Ángeles Y Demonios (Namseok)

003

 Todos los demonios soltaron un grito del susto, tal parece que nadie se había dado cuenta de su presencia hasta que se estrellaron contra el montículo de sus avisos. En ese instante todo el mundo de los demonios pareció haber quedado en silencio.

 Nuestro Dios principal de forma rápida se levanta como si fuera cosa de todos los días caer del cielo de esa manera.

— ¡Demonios, estén atentos a mis palabras, porque solo lo diré una vez! —Hablo serio— el Dios de los Dioses ha decidido algo muy importante —miró hacia el frente asegurándose que todos estuvieran en silencio y prosiguió—. Ustedes saben que la vida humana corre mucho más rápido que la nuestra, un día de vida nuestro equivale a un año de vida suyo, pero ahora eso va a cambiar. —Agustus miro a Ceo y dio unos pasos hacia atrás, Ceo ocupo el lugar de este.

—Cada día que nosotros pasemos en territorio humano se nos restara un año de vida... Así será a partir de ahora, y de igual manera para los ángeles. —Terminadas sus palabras todo el mundo empezó a hablar nuevamente y aunque Ceo nos pedía silencio nadie le hizo caso.

 Metis que era una Diosa muy ruda desplegó sus alas y tomo vuelo —¡CEO A PEDIDO SILENCIO! —Grito de modo que estremeció a todo el lugar, fuimos bajando de apoco el volumen mientras que Metis volvía a su lugar inicial—. Entiendo que esto sea difícil de aceptar para ustedes, pero a partir de ahora esto va a ser así —Metis volvió a desplegar sus alas grises seguida por todos los otros Dioses y de forma rápida salieron del lugar volando.

 En ese momento Yoongi toma mi mano, haciendo que despegue mi mirada de las alturas para centrarme en él.

—Tanto los ángeles como los demonios tenemos 300 años de vida, lo que significa que si vuelves como de costumbre al mundo humano morirás en menos de un año humano —Suga aprieta mi mano con más fuerza haciendo contacto visual conmigo—. Te prohíbo ir al mundo humano, al menos que sea de vida o muerte. —Sus ojos me transmitían la seriedad con la que hablaba.

—Lo lamento Yoongi, pero no puedo prometerte eso... —Este me mira con tristeza y suelta mi mano.

—Te ruego que no me busques, no quiero ver a mis amigos morir. —Despliega sus alas negras y se retira de mi vista.

***EN EL MUNDO HUMANO***

— ¡Oye Taehyung! Te pido que esta vez no me ignores ¿Viste a Hoseok por aquí hoy? —dirigiéndome a Tae lo tome del brazo para que no escapase.

—No era que se odiaban —suelta un suspiro—, de cualquier manera, no lo eh visto, si me lo cruzo le diré que lo buscas —sonríe y me abraza—. Gracias por tratar de hacer las paces con él, eres un gran amigo Nam. —soltándome se aleja correteando dejándome sorprendido y sin poder reclamar. 

 Sentándome en el banco de siempre saqué una pequeña libreta en la que escribí exactamente 300 números (Mis años de vida) y taché del 1 al 24 (mi edad).

—Qué suerte que los demonios no envejecen. —Dije para mí mismo.

—Lindo cuaderno... —Al darme la vuelta encontré a Hoseok mirando sobre mi hombro.

— ¿Taehyung dijo que te buscaba? —Lo mire serio.

—No, te estaba buscando por las mías, supongo que por el mismo motivo que tú ¡Esa maldita reunión! —Suspira sentándose a mi lado.

—Pues sí —me muevo un tanto para luego juntar nuestras miradas—.  Sabes, daría todo mi año de vida solo para estar con Taehyung.

—Pienso lo mismo, maldito humano ¿Cómo es que me encariñe tanto con él? —Sonríe apenado— Pero, en fin, sólo sé que él está feliz mientras sus amigos se lleven bien, que dices ¿Tregua? —Me extiende su mano.

— ¿Para ser el primero de mí generación en ser amigo de un ángel y desafiar las reglas? Me gusta. — Sonreí y estreché su mano.

—Entonces... Nos queda tan solo un año de vida humano. —Sonríe tristemente.

—Eso parece —Imité su sonrisa —, es tan raro pensar en esto —lo miré fijamente—. Siento más lástima por dejar solo a Taehyung que por morir.

***MUNDO DE LOS DEMONIOS***

POV JIN:

— ¡Lo vi todo! —Me atormente a mí mismo con lágrimas inundando mis ojos. 

  Ya era bien sabido entre todos los Dioses que tenía visiones muy poderosas, capaces de cambiar el destino de nuestras tierras, por ese motivo me mantenían encerrado en el mundo de los demonios. Lo que había visto esta vez era algo que no llegaba a entender por completo, eran imágenes sueltas en mi mente; fuego, demonios peleando contra otros de su misma especie, sangre, mujeres y niños gritando. No llegaba a comprender el motivo de esta visión y por qué me afectaba tanto, pero era seguro que una tormenta fuerte se avecinaba. 

 Mi madre, la Diosa Metis, cuando le conté que veía cosas me tomo como un mal chiste, cuando estas cosas sucedieron ella no dudo en entregarme a Agustus, para que me utilizara para su bien, a veces siento que ella me odia. 

  Puedo andar libre por este mundo, pero tengo prohibido cruzar la línea para ir al mundo humano, soy libre, pero al mismo tiempo estoy completamente encerrado y solo.