Abrí la puerta y era V, tenia la esperanza de que hubiera ido por que me perdonaba, o algo así... Pero por desgracia fue todo lo contrario.
-vine porque quiero que te salgas de mi apartamento - Resaltando la palabra Mí.
-¡Qué duro fue! -tranquilo- mire mis dos maletas al final del largo corredor.
-¡Ah! -frunció el ceño- ¿Te vas?
-Claro -trague saliva, las palabras no me salían con mucha facilidad que digamos.
-Oh... ¿Dónde piensas irte? ¿Con Baek? -V ríe.
-Tampoco es que tengas muchas opciones eh y si me voy a donde mi mama-Aclare.
-Tampoco es que me importara lo que hagas con tu vida, ya que has arruinado la mía, que mas da, me da igual si me matas, si te metes en un prostíbulo, si te embarazas de un perro.. -Lo interrumpí.
-¡Ya vasta! -Vocifere- ¿Quién mi**da te crees? ¡Ni mi padre me insulta así!
-Eres una cualquiera -Típico hombre, típico. Yo quise creer siempre que el era diferente.
Me trague mi dolor, mis lágrimas. No podía dejar que me humillara de esa manera tan cruel, yo tenia dignidad.
-Me vale mi**da lo que digas, al final de cuentas no era nadie mi vida, solo un estorbo que lo hizo fue arruinar mi vida. -Me quite la cadena de oro que me regalo y la tire al suelo-Suerte con vida. -me quite el anillo de compromiso y lo eche a la basura- Me largo de esta mi**da -Tome las maletas rápidamente y con paso seguro camine hacia la salida del apartamento.
Salí al largo pasillo que conducía al elevador y V grito mi nombre.
-¡___! -Grito con la voz gruesa.
-¿Qué quieres? ¿Se te olvido decirme un insulto? -Esperando el elevador.
El tomo aire, cerro los ojos y hablo: "Maldito sea el día en que hicimos el amor ".
Esas palabras fueron la gota que derramo el vaso, nunca lo había visto así, tan dolido y saber que todo ese odio, ese dolor, ese... Lo que sea, era por mi culpa me ponía mal, ya no había vuelta atrás, este era el final de una hermosa historia de amor, los finales felices en la vida real no existen.
No le dije nada, solo lo mire a los ojos y subo al elevador. Que mas daba, nuestro amor desde e comienzo fue prohibido y lo será por siempre, todo lo que hicimos estuvo mal, mi castigo fue enamorarme de mi primo, no es de sangre, pero lo es. Esto era difícil para mi , V para mi era todo lo que era la razón de mi despertar cada mañana , mi oxigeno, todo y ahora es... Nada, solo parte de mi desgracia
En cuanto estuve afuera del edificio me pare por unos segundos en la acera, no sabia que hacer, me sentía desorientada, estaba confundida, un taxi por suerte se estaciono en frente y me pregunto a donde iba, le di la dirección y subí las maletas, cuando estaba adentro del auto el llego corriendo hacía mí.
-Quédate -Susurro aguantando la puerta del auto. -Comencemos de cero.
-¿Qué dices?... -Reí pero solo quería llorar. -No querrás estar con una cualquiera... Arranque señor. -El auto arranco rápidamente y cerré la puerta, no solo la del auto, también la de mi corazón.
El viaje se hizo largo, el cielo estaba opaco, me sentía vacía, dolida, todo esto es por mi culpa pero sus palabras fueron más dolorosas yo lo amo... lo amé, me quería casar con él. Pero aun si lo amaba ¿Por qué los hombres son así? Por mi miedo perdí al hombre que amo. ¡No! Por mi miedo no, por su culpa, el nunca dejo que le explicara mis razones.
