Capitilo 1: "Comienzan las dudas..."

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Era un día de descanso, normalmente al Zorro no le llamaba la antención visitar a Judy en estas ocaciones pero sintio una necesidad algo salvaje por verla, era extraňo puesto que si bien disfrutaba mucho trabajar con ella, no sentía ninguna necesidad de tenerla cerca siempre, aún así no pudo evitar su deseo por verla, se vistió elegante y se dirigió al humilde hogar. Al llegar al lugar por más que toco la puerta no hubo respuesta, o almenos no una que le sirviera, ya que los vecinos solo hacían sonidos raros, los cuales Nick prefirió ignorar. Se largó para tomar un respiro y aliviar algó su decepción, camino por los parques hasta que por sorpresa la encontró, fué cuando sus ojos apreciaron algo chocante, La coneja estaba saliendo con un chico, lo que era bastante extraňo y lo peor es que era nada más y nada menos que un lobo, su pecho se apreto y se sorprendió a la vez, se preguntaba a así mismo si aquello podrían ser celos, pero encontraba ridicula solo la idea.

Sin duda era de los animales que él más detestaba, eran ridiculos, poco inteligentes e incluso los considera pateticos, aunque este parecía ser distinto, era de baja altura para su especie, de todos modos un lobito no era nada que pudiera compararse con el apuesto depredador que era él, se acerco sin mayor preocupación luego de su brillante analogía y saludo al aullador con sutileza, le extendió la mano giňando su ojo y dijo:

-Buenas tardes Cachorrito, soy Nick compaňero de la agente Hopps

Él peludo miro serió mostrando su musculoso cuerpo

-No te molestes, Judy ya me ha hablado lo suficiente de tí, me gustaría ser más amable pero estamos algo ocupados si no te das cuenta.

Él de corbata quedo desconcertado, tanto que no se le ocurrió una manera de humillarlo con palabras como lo suele hacer en su vida cotidiana, y si las tubiera tampoco lo haría por respeto a su amiga, por lo que miro a la coneja buscando alguna explicación o algun apoyo, pero se veía molesta e incomoda por la situación

-más claro no lo pude haber dicho, ya tendre tiempo para tí, despues de todo nos vemos toda la semana, no te moriras por un día libre.

Él zorro no lo podía creer, nervioso comenzo a retroceder mirando hacia todas direcciones con los ojos mostrando su desesperación, nunca imagino así la actitud de su compaňera, sus descuidados pasos continuaron hasta que troprezo y sintió que caía a un eterno vacio... fué cuando desperto de un susto.

Aquél día se quedo en cama dando suspiros profundos durante horas y ni así logro recuperar la calma, ya cada vez podía evitarlo menos, tenía miedo de ser reemplazado y no poder disfrutar siempre de su querida amiga quien le había cambiado la vida para siempre, no se dio cuenta en que momento se volvió tan dependiente, ya no conseguía sentirse feliz si no era junto a ella resolviendo hasta el caso más absurdo, y lo terrible era que faltaba todo el fin se semana para volver a verla.

Luego de dar vueltas y vueltas por la cama, se empezó a preguntar a sí mismo ¿Existirá alguien por el cual me pueda reemplazar? Lo dudo bastante, sin embargo podía existir alguna posibilidad y él no descansaria hasta encontrarla, se le ocurrió que debía espiar a la pequeňa policia hasta estar seguro de que no era posible, por lo que busco uno de sus trajes especiales con los que solía estafar para cubrir su identidad y fué en busca de la pequeňa.

"El Miedo De Nicholas Wilde"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora