PROLOGO.

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- ¡TODOS ESTÉN ATENTOS! ¡LA REINA VA A DAR A LUZ! - Gritó una sirvienta corriendo desesperada de un lado a otro avisando a todo el mundo que el milagro estaba por nacer. -LA REINA DARÁ A LUZ. ¡AYUDARLE POR FAVOR! ¡LLAMAD A LA PARTERA! ¡LA REINA NO PUEDE SUFRIR! - Gritaba cada vez más fuerte, como si su voz no retumbara de por sí en todo el castillo.

La reina, Marie, gritaba en su cámara con horribles dolores de parto. Era evidente que la criatura ya iba a nacer. El rey, histérico (no tanto como la sirvienta que aún seguía gritando), caminaba de un lado a otro de la habitación tratando de calmarse él mismo y calmar a la reina, aunque lo único que hacía era ponerla más nerviosa.
Casi no se podía escuchar nada por el bullicio de las personas, entrando y saliendo de la cámara de la reina llevaban toallas, cubetas con agua, jarras con agua, hielo, y muchísimas cosas que no serían de utilidad en absoluto. Mientras tanto, la partera trataba de hacerse paso entre la multitud que protestaba fuera de las puertas del castillo. Había recibido el comunicado y había corrido lo más rápido por salud de la reina, además, todos querían saber si el heredero sería varón o hembra. Todos sabían que, si el heredero resultaba varón sería lo que apaciguara las protestas ante el reino pero, si nacía hembra las protestas no cesarían, no era bien visto que el primogénito de un matrimonio real fuera una hembra.

- ¡OH! Partera, que bueno que llega. La reina está sufriendo tremendamente. Es su deber ayudarle, no nos gustaría seguir escuchándola sufrir. - Decía otra sirvienta más joven que le había abierto la puerta a la partera.

- ¡Llevadme con ella! No la hagáis esperar. - Dijo esta con voz más apacible de lo que debería estar.

Pronto, la partera llegó a con la reina, le dio indicaciones de la posición en la que debía ponerse y prosiguió a examinarla con total calma, le tomaba el tiempo de las contracciones y había ejercicios de respiración largos y tortuosos. Sin embargo, la reina gritaba con todas sus fuerzas mientras que el rey, excitado por la sola idea de que en unas horas tendría a su primogénito, no paraba de moverse y de preguntar si todo iba bien. Había dejado el papel de rey para pasar a uno de padre y esposo.
Era de saberse que todos en el reino deseaban que la criatura fuera un varón. Inclusive ya tenían nombres para él, y no para ella. Porque, a veces uno tiende a dar por hecho que lo que desea se hará y en vez de verlo como lo que es, una posibilidad.

- ¡NO VE QUE MI ESPOSA, SU REINA, ESTÁ SINTIENDO MUCHO DOLOR! LE EXIJO AYUDARLA AHORA MISMO. - Gritaba el rey, totalmente rojo por el pánico y la angustia de ver a su amada esposa sufrir.

- Mi rey, me temo que la reina necesita silencio y tranquilidad. Le pido por favor que si va a seguir aquí guarde el total silencio posible. O se retire, le falta tiempo para que el bebé pueda nacer. - El rey tuvo que calmarse y se quedó allí. Esperando a que su amada esposa diera a luz.

Muchas horas después el milagro ocurrió. La reina dio a luz a una encantadora niña de 3 kilos en perfecto estado de salud, según le indicó la partera al rey. Mismo que ya no tenía el mismo entusiasmo de antes al haberse revelado el sexo del bebé. Pero igualmente seguía feliz por poder realizar su único sueño de corazón. Ser padre.
Cuando vio por primera vez el rostro de la pequeña las lágrimas le saltaron y decidió que sería el mejor padre que pudiese ser. Y que jamás dejaría sola a la pequeña.

No tardó en propagarse la noticia en el reino. Había nacido una niña en perfecto estado de salud. Algunos lo tomaron como lo mejor, como si hubiera sido el simple destino. Otros se enojaron y, furiosos avivaron las protestas en contra del rey y su forma de gobernar. Pero ninguna protesta haría cambiar al rey de opinión, si bien era cierto que hubiera sido mejor un varón, estaba de acuerdo que una mujer también podía gobernar tal y como lo hacía un hombre.









¡EN EL REINO HA NACIDO UNA NIÑA!

Nuestro futuro está en manos de una mujer, sí, así es, la reina ha dado a luz a una encantadora niña de 3 kilos, la bebé más encantadora de todo Illonee. La futura gobernante aún no tiene nombre pero creemos que será uno de los mejores que puede existir. Pues ella, ¡será nuestra próxima reina! El legado que les dejan a sus hijos. Los Illoneanos no pueden estar más felices. La pequeña nació a las 2:00 am del 12 de Noviembre de 2026, y el rey proclamó que todos los niños que nacieron este día recibirán un presente. ¡Qué generoso es nuestro rey!

EL MEJOR REGALO DEL MATRIMONIO ENTRE EL REY KEVEN Y LA REINA MARIE.

¡LARGA VIDA A LA FAMILIA REAL!

SECRETOS EN LA REALEZA.Where stories live. Discover now