Ella (parte 2)

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Todo estaba raro ¿por qué el nombre de mi mamá estaba en ese tablero?, unos cuantos pasos alcance ver a Rafael, unos tíos que no vivían aqui en Cali, mi madrina, a Aura la mejor amiga de mi mamá y unas veinte personas más.
Era como un pasillo donde yo estaba en el medio y todos (en especial Rafael) me miraban con cara de lastima. Algunos lloraban.
-¿qué pasa?-me dije a mi misma.
Por alguna razon estaba angustiada así que me dirigí hacia a Aura que estaba sentada en el fondo.
-Cami ¿cómo estás?-me veía triste y sorprendida a la misma vez.
-creo que bien ¿qué hago aquí? ¿qué paso?, tengo miedo.
-¿Enserio no sabes lo que pasó reina?
-No.
-Cami, tu mamá se fue al cielo.
Abri los ojos sorprendida y a la vez triste.
Esas han sido las palabras más dolorosas que me han dicho en la vida.
-No entiendo nada-dije con lágrimas alrededor de mis mejillas.
-Cami...-ella no sabia que decir.
-¡No No No Noooooo...
En ese momento me largue a llorar como nunca lo habia hecho en mi vida, me agache y escondí mi cara entre mis rodillas y me deje llevar de la triztesa pensando en que todo esto sea mentira, aunque esta era la realidad.
No se cuanto tiempo pase de estar agachada que alguien me tocó las manos, subí mi cabeza para ver quien era y veo un Rafael llorando esperando a que diga algo, no se que sentí al verlo a el ahí, me paré y lo abracé llorando.
Nos subimos a un carro, yo iba adelante con Rafael al lado, sentía que la gente me estaba hablando pero yo no paraba de llorar, me sentía despedazada nunca antes me habia sentido así de mal.
-Camila llegamos-siento que alguien toca mi espalda.
-Gracias-dije
Nos bajamos del carro y entramos en la iglesia me senté en la parte de adelante, tenia a muchas personas a mi lado pero de la lloradera y recuerdos no me fijé quienes eran.
Pasaba la misa y yo seguía llorando, sólo pensaba ¿por qué yo? ¿Tan mala hija fuí?.
Pasaron alrededor de dos horas de misa que alguien me cogió de la mano, era mi madrina.
-Cami, la misa ya acabó, vamos.
Caminamos por una sala cuándo me detengo la veo, ahí estaba ella, pero en un cajón.
¿Será posible sentir tanto dolor teniendo sólo diez años? La respuesta es sí.
La gente que estaba ahí esperaba a que me acercara a ella, pero no lo hice, solo me senté en una silla a llorar.
La verdad no lo hice porque me quería llevar de ella sólo los recuerdos que tenía estando en vida, no se que pasaría si la hubiera visto en un cajón.
-¿por qué no la vas a ver por ultima vez?-dijo alguien a mi lado.
Ni siquiera alcé mi cabeza para ver quien era.

Pasaron más horas y seguía sentada en la misma silla pensando.
-Camila, ven afuera porfavor-me dijo mi tia Bertha, ella no vivía en Cali, y vino junto con mi tio Cruz al funeral de mi mamá.
Salí y la encontré a ella junto con mi tio Cruz, Rafael, mi madrina y Aura.
-Hola-dije
-Camila, se que no es buen momento para decirte esto pero te queremos preguntar algo... ¿a dónde quieres quedarte?.
No se si fueron sus palabras o que todo ese dia me volvia sentimental,que me largo a llorar, no se me había pasado eso por la cabeza, no tenía casa a donde vivir porque Rafael era mi padrastro y ahora es... Nada.
-Quiero irme a donde Aura-todos me miraron a mi y luego a Aura.
Aura era una persona muy especial para mi porque antes de que mi mamá se hubiera casado con Rafael nosotras vivíamos con ella y su hijo Jonathan, y la pasaba muy bien con ella, la consideraba una segunda mamá, asi que la escogí a ella.
-Camila, Aura no es nada tuyo. Deberias irte con nosotros para Nechí. (Nechí era el pueblo donde nació mi mamá y ahí vivía toda su familia)-Dijo mi tia Bertha.
De tanto discutir ellos decidieron que me quedaría en casa de mi madrina.
Al llegar a su casa me senté en una cama mirando quien sabe que cosa pero pensando en Ella.
-Hola Cami siento lo de tu mamá y tambien siento no estar ahí, tengo gripe y mi mamá no me dejo ir por eso-Dijo Alejandra la hija de mi madrina.
Alejandra era 3 años menor que yo pero era de mi estatura, nos parecíamos tanto que aveces pensábamos que eramos hermanas.
-Tranqui Aleja, no hay problema.
-¿Cómo te sientes?-Dice Aleja
-No se como me siento, solo sé que estoy triste.
-Ayyy Cami!
-Camila hoy sólo haz desayunado y ya son las 6 de la tarde, vamos al restaurante que está aqui cerca-dice mi Madrina.
-Bueno.

Al sentarnos en el restaurante, lo cuál en realidad era una Panadería pedí dos almohabanas y un jugo, mi madrina no pidió nada, hablamos durante quince minutos cuándo siento que alguien me toca la espalda me giro y veo un señor de aproximadamente treinta años.
-Hola-dice él.
En el momento que el habló supe quien era, estaba tan diferente que al principio no lo reconocí, me volví a girar y le pregunté a mi madrina -¿Es mi papá?
-Si, es El.

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Diario De Una Patética ChicaOnde histórias criam vida. Descubra agora