1. No seré parte de tu manada.

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El hospital es demasiado frío, insípido y me congela los dedos hasta tal punto donde casi no puedo moverlos y cerrarlos en fuertes puños porque están demasiado entumecidos. El frío me hace temblar demasiado, estremeciendo mi adolorido cuerpo cada cierto tiempo y maldigo la hora en la que los doctores no me han dejado cambiarme el camisón por un buen pijama o una buena sudadera porque temen que me lastime la herida.

— Como si yo fuera a hacer eso —pienso con un ligero toque de sarcasmo, entornando mis ojos, aunque nadie pueda saber la exacta razón de ello. Además, la herida está casi sanada en su totalidad solo quedan algunos toques mínimos que no son de qué preocuparse. Supongo que existen ventajas al haber sido mordida por un alfa en medio de todo este desastre.

No he sanado con tan rápido como Scott lo hizo cuando se convirtió, pero tampoco estoy muerta. Lo que me deja en un estado de limbo. Odio estar sin saber lo que sucede conmigo.

Scott me ha estado hablando con cautela respecto a mi estado actual donde nadie sabe lo que ocurre con mi sistema. Me dejó confundida. Bastante, de hecho, pero decido no enfocarme en ello. Que pase lo que tenga que pasar, ¿no? De acuerdo, estoy teniendo una actitud demasiado optimista para ser yo. Sin embargo, no puedo enfocarme en lo mala que puede llegar a ser la situación. Sé que si lo hago terminaré completamente loca.

Por otro lado, digamos que Scott ha sido mi única visita desde que estoy en el hospital. Lo cual hace de esto una pésima estadía. Ni siquiera Stiles ha asomado la nariz por la puerta de mi habitación, y eso que se supone que es mi amigo. ¿No se supone que los amigos visiten a otros amigos que han sido casi mordidos hasta la muerte en un campo de lacrosse? En especial si fuimos utilizados como chantaje.

Me remuevo en la camilla y tirito de frío, mis dientes casi castañeteando por ello.

— Melissa, juro que voy a morir de hipotermia —le digo a la madre de Scott cuando ella viene a verificar que tengo los medicamentos listos y que los consumo a la hora que me corresponde, cosa que he hecho de forma meticulosa, intentando cubrir el hecho de mi milagrosa recuperación.

Ella me sonríe, sintiendo lástima por mí, aunque su sonrisa también tiene un rastro de diversión. Le llevo diciendo lo mismo desde que estoy reaccionando bien. Por eso me refiero a que lo llevo diciendo desde que he estado consciente.

— Siempre me dices lo mismo, Scarlett, pero no está tan frío como crees —asegura, tocándome el brazo con cuidado.

Bufo, poco convencida de ello. Me estoy congelando en este lugar y nadie puede verlo. Creo que pronto moriré de hipotermia y ellos me seguirán diciendo que no está tan frío. ¡Yo soy consciente de que pronto pareceré un cubo de hielo!

— Eso es porque tienes ropa de verdad y yo solo este estúpido camisón —mascullo molesta y me remuevo en mi lugar, cruzando mis brazos como una niña pequeña que se encuentra haciendo un berrinche frente a sus padres.

Entonces se escucha un potente y ensordecedor grito, y Melissa sale corriendo de la habitación. Contrario a lo que todos me dicen que no haga, me pongo de pie y salgo de mi habitación también para ver qué ha ocurrido. Un grito así no es por ver un insecto, de eso estoy completamente segura.

Desearía que mi curiosidad no fuese tan grande porque lo que veo fuera de mi habitación me hace recordar la razón por la que me encuentro en el hospital. Stiles entra a la habitación de Lydia de manera apresurada sosteniendo un globo que dice «Mejórate pronto». Y se siente como una patada en mi herida porque él no me ha visitado ni una sola vez, pero puede venir a ver a Lydia.

Trago todos mis sentimientos afectados por ser una adolescente y vuelvo a mi habitación. Estoy mejor aquí donde nadie me molesta en lo absoluto. ¿Por qué tengo que ser una adolescente? ¡Dios! Es más complicado de lo que las personas piensan.

ENEMY FIRE ▲ TEEN WOLF   ➁Where stories live. Discover now