Corazon Sin Latidos

Ella, yo y una Mala Idea

Era ella, la chica con cabello rojizo llena de pecas, estaba sentada en la última banca del salón. Tenía en sus manos un ipod.

Creí que yo era la única persona que tenía uno en este tiempo.

Tenía las piernas cruzadas y el cabello recogido en una coleta de caballo. Escribía en un cuaderno mientras movía su cabeza de arriba a abajo.

Al entrar al salón, me percaté de la alta y refinada señora junto a la pelirroja; la maestra, evidentemente. Se acercó a mí y mirándome de reojo, preguntó qué necesitaba.

―Lo lamento. ―me disculpé―. Vine aquí como voluntario del programa.

―Sí, por los creditos. ―me dio una sonrisa― ¿Tienes tus notas?

―Sí, aquí están. ―removí las cosas de mi mochila, buscando mi hoja de calificaciones. Al tenerlas a mano, la profesora asintió repetidamente.

―Nada mal. ―Me vio y sonrió―. Sígueme, por favor. ―caminamos un tanto hasta su escritorio―. Peter, ¿tienes experiencia en trastornos del habla?

Fruncí el ceño.

―Son, como verás, inpedimentos para la comunicacion fluida de una persona...

No entendía por qué me hablaba sobre el tema de los trastornos del habla. Yo sabía lo que eran, llegué a estudiarlos en mi antigua escuela. ¿Tendría mi estudiante algún trastorno del habla? Eso sería un problema muy grande, sólo necesitaba ganar 25 créditos, graduarme y largarme de este maldito pueblo, olvidar a esa chica y vivir la vida que yo decida vivir.

Esa era la quinta vez que mi padre era transferido y debíamos mudarnos, me prometió que Washington era la última ciudad. Por eso decidí hacer amigos y aplicarme porque en esa ciudad estaba mi futuro. Me aceptaron en Georgetown y pocos pueden presumir eso,  pero la universidad no ero lo que más me molestaba; era Violet, sentía que ese sería mi hogar y por eso por primera vez tuve una novia.

Violet era alta, con el cabello rubio y los ojos miel. Ella era la razón por la que mas extrañaba Washington, pero ellos me lo arrebataron todo mi escuela, mis amigos, mi verdadera casa, mi novia y mi vida. Ahora estaba en una escuela que a duras penas existía, en una casa apunto de derrumbarse, hasta el clima era un asco, pero debía sobrevivir hasta la graduación y largarme.

Por ahora debía ganar los créditos y eso se relacionaba con la chica.