❝HOUSE OF CARDS❞ myg

eins.

Podría estar haciendo la limpieza de la casa o comenzar a desayunar pero... aún me encuentro en cama, estirándome perezosamente mientras trato de cubrir mis ojos, los cuales están bastante sensibles en especial porque he olvidado cerrar las persianas de las puertas francesas, las cuales son completamente de cristal y dan vista al balcón, se puede apreciar unos ligeros pero muy molestos rayos de sol, traspasar los vidrios.

No quiero levantarme de la cama. No cuando sabía de buena mano que mi prima Chaeeun haría de su despedida de soltera esta noche. Desafortunadamente mi mamá me ha obligado a ir, no solo porque ella dejó más de veinte mensajes en el contestador automático del teléfono, cinco más en el buzón de voz de mi móvil, y cuatro mensajes de texto, se había asegurado de que de alguna forma asistiera a esa maldita despedida de soltera, lo digo enserio, incluso mando ¡un auto con chofer por mi!, no me mal entiendan, no tengo nada en contra de las despedidas de soltera y hombres con escasa ropa, pero de todos los días que podría ser esa tonta despedida de soltera, se les ocurre precisamente este día, ¡Es maratón de Descendants of the Sun!, se que la he mirado un millón de veces y llorado en los últimos capítulos pero hasta que no hagan una serie mejor que esa, seguiré viendo los capítulos.

Tal vez si tomo un baño pueda sentirme más fresca y lista para hacer yoga en el balcón y juntar todas mis fuerzas para salir de la casa y no quedarme a ver la serie, con mucha comida rápida.

* * *

La ducha ayuda en algo. A mover mi sucio trasero fuera de la cama. Pasaba una toalla color blanca por mi cabellera castaña, no tenía mucho tiempo que había salido del baño enredada en una bata y con una toalla entre mis manos, tratando secar mi cabello.

Ahora que lo pienso es probable que no tenga nada de ropa limpia después de todo tenía muchas prendas completamente sucias, así que si quería vestir algo limpio tendría que hacer la colada para usar algo que no estuviera sucio.

No me toma mucho tiempo notar que me he dejado las puertas francesas abiertas -gran error el mio- creo que a veces olvido hacer eso -por no decir que siempre- pero yo me había acostumbrado a no tener vecinos durante casi toda mi vida; claro hasta que me mude a otra ciudad para vivir sola y estudiar la universidad. Comienzo a caminar para cerrar las puertas, notando que  mis  vecinos tienen abiertas sus puertas francesas también, solo que ellos tienen las persianas recogidas, probablemente lo único que nos esta separando sea la distancia de su balcón y el mío, puedo ver todo lo que hay ahí adentro, desde una decoración bastante simple, hasta el objeto más insignificante como ropa interior en el suelo. Incluso podía ver a Yoongi, quien no solo tenía la cabeza hacia atrás, una chica estaba de rodillas frente a él y no era precisamente para rezar, más bien estaba dando blow job y dudaba que fueran por unos Louboutin*.

Y como si Yoongi supiera que lo estaba viendo, volteó en dirección a donde yo me encontraba, este dejó ver su blanca y perfecta dentadura, deslumbrándome por completo, no había rastro de pudor alguno, me guiño el ojo coquetamente, mientras la chica seguía chupando la cabeza y si, hablo del pene de Yoongi, que por suerte no veía del todo, las manos de esa mujer se movían de forma rápida y su boca estaba entretenida, niego divertida, ya sabía que Yoongi tenía la reputación de ser un jodido follador, pero no fue hasta ese momento que lo descubrí, casi de primera mano.

* * *

Miraba como parecían cacatúas, todas esas mujeres que iban dentro de la limusina. La cual contaba con asientos de piel, era sumamente espaciosa, alta y de color negra. Cerca de veinte personas estábamos ocupando un sitio, de aquellos cómodos asientos, bebiendo champaña, probablemente si mamá se enteraba de lo que estábamos haciendo, no me dejaría juntarme con ellas nunca más y terminaría siendo encerrada en casa de por vida.