Mi estúpido novio. #MEN2

11. Sólo Olvídalo.

Tomo un mechón de mi cabello y hago una mueca. 

La espuma hizo que amanezca con mucho frizz... o es eso o mi cabello no esta de buen humor.

Me hago una coleta desprolija pero aun así se ve linda. Por lo menos me disimula el horrible frizz.

Me doy una última mirada al espejo e inconscientemente mi vista se va a mi entrepierna. 

Miro en mi celular y... mi periodo debería haber venido hace dos días. Bueno, es solo un pequeño retraso. Pero de todos modos llevaré un bolso e iré preparada. 

Voy hasta donde esta Tyler. Él está sentado en el sofá viendo una película que no conozco. Al verme se levanta y camina hasta mí.

Sus ojos me recorren de pies a cabeza. Por un momento pienso que no le gusta como estoy vestida, pero al ver su sonrisa formarse en su rostro ese pensamiento desaparece tan rápido como la distancia entre nosotros.

- Ya suéltame, Tyler. - le digo riendo.

Los pequeños besos que deposita en mi cuello me están causando cosquillas.

- Estás tan linda...- susurra en mi cuello logrando más risas de mi parte.

- ¡Ya! - exclamo y lo empujo levemente.

- Que novia tan sensible a las cosquillas tengo. - dice rodando sus ojos.

Mi celular vibra en el bolsillo trasero de mi jean. Lo saco de allí mientras le enseño mi lengua a Tyler.

Desbloqueo el celular y el nuevo mensaje que me llego.

Mamá: ¿Acaso harás esperar a tu madre?

Tomo a Tyler por el cuello de su camisa de ese modo acercándolo a mí y le doy un pequeño beso en sus labios.

- Lamento no pasar tu día libre contigo. - me disculpo apenada.

Como el padre de Tyler está aquí en New York decidió darle un pequeño respiro a su hijo dándole un día libre. Pero no podré estar con él porque me comprometí a ir a un día de madre e hija con mamá.

- No te preocupes. - niega con su cabeza. - Así también descanso de ti. - me dice divertido.

- ¿Me está llamando insoportable, señor Harrison? - pregunto colocando una mano en mi pecho, fingiendo estar indignada.

- En efecto, señorita Donnet. - asiente seriamente.

- Y es usted un odioso. - le enseño mi lengua y Tyler imita mi gesto.

Mi celular comienza a vibrar nuevamente y ruedo mis ojos.

- Nos vemos luego, señor odioso. - le digo frunciendo mis labios.

- Nos vemos luego, señorita insoportable.

(...)

- ¿Qué tal me queda este? - pregunta mi madre probándose su décimo vestido.

Mi madre es mi madre y por supuesto que en un día de madre e hija, para Marilyn Donnet no puede faltar ir de compras.

No, amigos.

- Kasher, son todos del mismo modelo pero de diferente color. 

A ella le molestaba que le llame por su apellido de soltera. No porque lo odie ni nada por el estilo. 

- No soy tu hermana, no me llames así. - se cruza de brazos y yo río leve. - Es por eso mismo, algunos colores no me sientan bien.

- Ah... - alargo recostándome en el lujoso sillón de terciopelo de la tienda.