X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}

Capítulo 38: Idiota

/Erik/

La había llevado a un hotel, me quedaría con ella aquella noche.
Estaba algo decaída así que intente animarla pero nada funcionaba.

Nos encontrábamos en el bar del hotel. Ella habia insistido en que bajáramos.
No deje que pidiera nada fuerte pues me costaría más trabajo cuidarla.
La observe por unos minutos en silencio.
-¿Como supiste que había salido?- habló finalmente.
-Te vi, lo vi todo
-Ah...- bajó la mirada. -Gracias Erik- me miró con una muy débil sonrisa.
-No es nada nena
Ella bebía su cerveza con calma.
-¿La conoces?- preguntó una vez más rompiendo el silencio.
-Si, todos la conocemos
-¿Quien es?
-Creo que eso tendrá que decírtelo Charles
Asintió no muy convencida
-No quiero verlo
-Algún día tendrás que hacerlo
Suspiró pesadamente.
-Lo sé
Se oía música tranquila en el fondo.
Y alrededor había poca gente disfrutando del ambiente.
-No sé ni que pensar- dijo dando otro sorbo a su bebida.
-No pienses nada, debes esperar a hablar con él.
Se encogió de hombros.
-Si pero no saldrá nada bueno de eso, el es un...
-¿Idiota?
Asintió discretamente.
-Aún así lo amo- una pequeña lágrima se asomó. Yo me acerqué y la limpié intentando que no volviera a llorar.
-Estoy seguro de que él tambien te ama.
Ella negó.
-Claro que sí, sólo que es un idiota y no sabe defender lo que es suyo- finalicé con un trago largo.
Ella se quedó pensando un rato.
-¿Y si me abandona?- preguntó atemorizada.
-No lo hará.
-¿Y si lo hace?- insistió.
-Pues te aseguro que puede darse por muerto. Primero tu y yo lo golpearíamos, después hay una larga fila con tu hermano, Alex, Sean y Hank y si sobrevive tendrá que lidiar con Raven- dije y provoque una risa de su parte.
Perfecto.
-Me parece bien- está vez sonaba divertida.

Intenté cambiar de tema un par de veces hasta que finalmente funcionó.
El tiempo transcurrió deprisa y sin darme cuenta ya habíamos bebido lo suficiente. A mi no me afectaba tanto eso, a ella sí y eso me preocupaba.
Se veía muy entretenida viendo a los demás bailar lentamente.
-Bailaría contigo pero creo que ya no puedes sostenerte sola- comenté divertido.
-Probablemente tienes razon- rió.
Pagué lo que habíamos bebido y esperé a que estuviera lista para subir al cuarto.
-Erik, ¿algún día tu te irás?- me miraba seria.
-¿Me estas corriendo?- pregunté divertido.
-No, sólo quiero saber- se encogió de hombros.
-No Raissa, nunca te voy a abandonar, ¿acaso crees que soy lo suficientemente malo como para hacerlo?- ella negó con una sonrisa. -Te quiero, eres una gran amiga- finalicé.
-Yo también te quiero- se acercó como pudo y me abrazó.

Después del emotivo momento finalmente pude llevarla al cuarto.
Estaba cansada así que probablemente se dormiría con facilidad.
Subimos en el ascensor con una pareja de ancianos que me miraban curiosos porque la iba sosteniendo para que no se tropesara.
Cuando llegamos al piso correspondiente bajamos y buscamos la habitación.

Entramos y me dirigí a su cuarto para que ya se acostara.
Antes de irme ella me tomó por la muñeca y no me dejó ir.
Cuando volteé vi que se acercaba a mi.
Probablemente iba a besarme.
-¡No, Raissa!- llamé su atención haciendo que se detuviera.
Me miró confundida.
-No hagas algo de lo que te puedas arrepentir- dije acariciando su cabello. -Ambos son mis amigos, yo no podría hacerles esto- continúe levantándome.
Ella asintió.
-Lo que a ti te hace falta es una dosis de Charles- intenté sonar divertido.
-¡No!, ¡no volveré a acostarme con él!
-¿Qué?, ¿Ya se acos...
-Shhh- dijo y se acomodó en la cama.
Se quedó dormida o almenos fingía bien para evadir mis preguntas.
Decidí dejarla e irme a dormir yo también.