Personificación.

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– Entonces... ¿Qué tan linda es?

Aquel día, Normani, Dinah y Ally no habían dejado de interrogar a Vero ni siquiera por un par de minutos. Ella comenzaba a sentirse agobiada debido a las preguntas que solían hacer.

La castaña rodó los ojos en señal de fastidio mientras asentía levemente con la cabeza.

Estaban sentadas en una de las mesas ocultas en el rincón de la cafetería. Siempre se sentaban ahí por cuestiones sociales; ellas no eran las chicas más apreciadas del instituto, no estaban ni cerca de llegar a serlo.

Llamaban la atención de los chicos, e incluso de algunas chicas. Por supuesto que lo hacían, todas eran sumamente hermosas. Si bien no eran las chicas más populares de su generación, tampoco eran ignoradas. Si ellas quisieran podrían sentarse en alguna de las mesas que estaban posicionadas exactamente en el centro de la cafetería. Sin embargo, no lo hacían. Nunca les había gustado ser el centro de atención.

– Deberíamos invitarlos a sentarse... ¿No creen?

Pregunto la ojiverde observando fijamente a Harry; el chico que se sentaba junto a ella en su clase de historia universal.

Él había tenido una pésima reputación desde el día en el cual Shawn le dio una paliza por desobedecer las órdenes que le había dado. Se había convertido en el homosexual favorito de todos, – no en el buen sentido – Harry había sido considerado como un blanco fácil desde ese día.

En ese preciso instante, estaba empujando la silla de ruedas de su novio; Louis Tomlinson, un chico castaño, de su misma edad. Él había sufrido un terrible accidente automovilístico hacía un par de meses atrás; al parecer aquel accidente le costó el funcionamiento correcto de sus dos piernas.

Todas estuvieron de acuerdo con la sugerencia de Lauren; sabían perfectamente que eran buenos chicos.

Las chicas llamaron la atención de la pareja, quienes les regalaron una sincera sonrisa en señal de agradecimiento. Nadie se había atrevido a invitarlos a almorzar en su misma mesa, sin embargo ellas lo hicieron. De verdad se sintieron aliviados al saber que no todo el mundo estaba en su contra por una tontería.

– Hola Larry.

Saludaron todas al mismo tiempo.

– ¿Cómo han estado?

Pregunto la ojiverde después de que ambos tomaran un lugar adecuado en la mesa.

– Bueno... seguimos vivos.

Comentó el ojiazul con entusiasmo.

Harry sonrió simpáticamente después de escuchar aquello.

Era verdad; aun estaban vivos y se sentían agradecidos por estarlo. Ambos creían que desde el día en el cual Shawn golpeo a Harry en los casilleros los golpearían a los dos a diario, pero no fue así. El quarterback simplemente había dejado pasar aquella situación. Posiblemente había perdido el interés.

No había sido por esa razón.

– Eso siempre viene bien.

Bromeó la castaña alborotando el cabello del castaño de la silla de ruedas de manera fraternal.

Todas consideraban que Louis y Harry eran una pareja sumamente adorable. Ambos chicos eran agradables, simpáticos. Los dos eran lindos y tenían que admitir que tenían un encanto malditamente peligroso.

– ¿Ustedes como han estado?

Las chicas se dieron una mirada cómplice.

– La respuesta de Lauren es por mucho la más divertida.

The girl in the forest. (Camren)Where stories live. Discover now