Siempre fuiste la pieza que iba buscando.

¿Es verdad que el amor lo cura todo?

Siempre dicen, que cuando alguien se va, algo de ti se queda vacío, algo de todos los que rodeaban a esa persona, empieza ver las cosas diferentes, puede verlas más oscuras o más claras.
También depende de la persona que tengas a tu lado, depende de cómo te haga ver las cosas.
Pero a veces las personas necesitamos a alguien con nosotros, a alguien que te diga lo mucho que te quiere, lo guapa que estas recién levantada y lo guapa que te pones cuando arrugas los morritos cada vez que te enfadas. Que esa persona te haga entender que nada es tan malo como parece, que lo imposible puede ser posible, y que lo complicado y misterioso es lo que más te puede te engancha.

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3 semanas después..

Jesus.
-¿te vienes a una fiesta que celebra Sebas en su casa de al lado de la playa?- preguntaba a María esperando la contestación del que "si" porque sabía que si decía esa palabra sería mi noche, sería la noche en decirla lo mucho que la quiero y lo mucho me ha demostrado desde el primer día, puede que salga bien o puede que salga mal. Pero por lo menos sabré que he echo el esfuerzo de poder tenerla, pero yo creo que si.
-No sé si tendrás ganas, pero te lo he dicho, para que te despejes llevas varios días sin salir de tu habitación y tampoco no hemos visto, y yo creo que ya ha pasado bastante tiempo como para volver a vernos, ¿no crees?-

-No se Jesus- le decía sabiendo que en ese momento se estaba pasando la mano por el pelo -¿Vamos a estar todos los del grupo?-

-Si, María, si- es muy insegura de sí misma, parece mentira que no se fíe todavía de mi.

-Bueno- le contestaba poniéndole en tensión -Si voy, es para estar contigo-
En ese momento sabía que estaba haciendo tal gesto de felicidad.

-Vale, a las 22.00 paso por tu casa-

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María.
¿Y qué me pongo yo ahora?
No tengo a nadie para que me diga lo que me queda bien o no, ya sabemos que mi hermana no está, ni Laura tampoco desde que discutimos no hemos vuelto hablar nos hemos visto y eso, y ni si quiera nos hemos saludado. Tal vez mi vida me decía, que la gente que no me hacía bien, la echara de ella, y que verdad, porque ahora con Jesus, Dani y sus amigos puede decirse que me están ayudando a levantarme demasiado, cosa que la gente de toda la vida ni se daba cuenta de que me llegaba a caer. Y sé que Jesús me estaba ayudando un montón, y yo creo que por eso siento esas cosas que se siente cuando te enamoras, ¿me puedo estar enamorando de él?
Tal vez con el tiempo pone a la gente que de verdad merece estar en tu vida.

No me lo pensé y cogi el teléfono y llame a Jesus.

Un tono, dos tonos y por fin lo coge..
-¿Si?

-Jesus, ¿puedes venir ahora?-

-¿Ahora? ¿Te refieres con ahora mismo?-

-Digo Jesus, no va a ser el ahora de mañana.

-Puff María me has levantado de la siesta- decía con voz ronca mientras se reía, me le como ya o qué. -¿Se puede saber para qué es?-

-Para que me ayudes en lo que ponerme esta noche-

-¿Enserio? Se lo estás pidiendo a un chico- decía mientras nos reíamos.
-Puedes pedírselo a Mar o a Samara, Carmen...- empezó a decirme todos los nombres cosa que hizo que sonriera.

-Ya bueno, pero yo quiero que me ayudes tu, ¿vas a venir o no?- le decía y sabía que se imaginaba que le estaba poniendo cara de pena, pero en realidad sí que lo estaba haciendo.