Secretos de ¿Familia? (LESP 2)|COMPLETA|

6. Sobre ruedas y mariposas

Me mordí el labio, justo sonó el timbre.

-Salvada por la campana.-Dijo.

-Chau.-Le sonreí y empecé a irme.

-¡Nina!

Me volteé hacia él.

-¿Sí?

-No sabía que tocabas violín. Tenés talento.

-Gracias.-Sonreí y me fui. Mas tarde fuimos con Luz al Roller. Yo no quería ir, pero ella estaba tan entusiasmada por ir que cedí. No quiero insinuar nada, pero tengo la ligera sensación de que este capricho es culpa de Mike. Ese chico la tiene completamente embobada, me recuerda a mí cuando me gustaba Gastón... ¡¿NO HAY UN SOLO MOMENTO QUE NO PIENSES EN ÉL, NINA?! Definitivamente no.

Ya lo había dicho, era una enfermedad incurable, a la que no le encontraba cura, explicación ni nombre.

Fuimos a la pista y yo me quedé tras la barandilla mirando como patinaba Luz. Mi hija tiene muchísimo talento para el patinaje artístico, estoy muy orgullosa de ella. Miro a la pista, hay chicos, grandes y...

¡¿POR QUÉ EL MALDITO TIENE QUE ESTAR EN TODOS LADOS?!

-Que estilo, profe.-Dijo Luz. Él rió y se acercó a ella.

-Luz, no sabía que patinabas.

-Sip. Patino desde chica. Vine con la señorita "yo no patino".

Gastón me miró y yo alcé la mano como saludándolo. Se acercaron a mí.

-¿En todos estos años todavía no aprendiste a patinar?-Rió.

-Ni pienso hacerlo.

-Será mejor que empieces a pensarlo, porque hoy vas a aprender.-Dijo Luz.

-¡Luz!

-Si no lo hacés leo tu borrador.

-¡No! ¡El borrador no!

-¿Que borrador?

-Mamá está escribiendo un nuevo libro, se llama "Los errores se Pagan", y se encaprichó con que nadie lo leyera hasta que no esté completo.

¿Ahora entienden el por qué no quiero que lo lea? ¿Y si se entera que su padre es Gastón? ¿Que sería de mí? Seguramente me odiaría.

-Bueno, vos ganas, Luz.-Me rendí.

-Fracasar es no intentarlo.-Dijo Gastón. Sonreí, esa frase era de Felicity... La recordaba...

Fuimos a los lockers.

-¿Que talle sos?-Preguntó.

-Treinta y seis...-Dije tímida, Luz rió.

-¡Pie chico!-Dijo ella burlona.

-Dejala, Luz.-Dijo él y me dio un par de patines. Me los puse y entre los dos me ayudaron a pararme.

Fuimos a la pista, al principio patinaba de la mano de Luz, pero luego de un rato empecé a patinar sola, pero de una manera bastante torpe. En un momento, Luz me empujó hacia Gastón, y gracias a mi torpeza quedé muy cerca suyo, y sentí un sentimiento renacer...

Mariposas en el estómago