Eterno (El caballero de la noche eterna. Libro 1 y 2)

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Y así fue como aquella boda sin nombre de Dios se llevó a cabo. Los invitados fueron pocos, solo familia de la novia y James por parte de Josh. No fue mucho la fiesta, solo una pequeña reunión en casa del conde Lussac.

Erick había sido ajeno a aquella boda, no tuvo el valor suficiente como para dar la cara a la familia Lussac, era como una burla y tal vez lo creían un poco hombre por haber dejado a Sarah. Pero bueno, a lo menos por dentro podía tener la certeza de que había hecho lo mejor y aunque estuviese lejos eso garantiza la seguridad de su tan apreciada amiga.

Para la famosa noche de bodas Sarah estaba bastante nerviosa ¿Qué se suponía que le tocaba hacer? Además de que la habitación en que estaba no era para nada bella, era oscura, fría y con bastante olor a humedad.

La vela que tenía a un lado de repente se apago dejándola ahora si sumida en las penumbras y la puerta interna se abrió dejando ver por los pocos rayos de la luna la silueta del hombre que era ya su esposo para siempre.

— Oh perdona querida ¿te he asustado? — dijo Josh con falsa lastima...solo venía a una sola cosa y que esa noche seria.

— Un poco ...todo está muy oscuro y llegas así de repente ¿Cómo vives entre sombras y para ti es normal?

— Créeme, desde hace mucho tengo la costumbre, verás con el tiempo tú también te acostumbraras.

Esta vez Josh se acercó a Sarah y la tomó del brazo con algo de fuerza, Sarah se alarmó un poco al sentir el tacto tan frío que él tenía...era como si un muerto la estuviera tocando. Josh le supera bastante en altura lo que le hacía intimidante y ella no se dignaba a protestar o decir algo por el fuerte y frío agarre que este le estaba dando.

— ¿Tienes miedo querida? — preguntó Josh mientras quitaba el agarre del brazo de ella y la abrazaba por la cintura enredando sus dos brazos, haciendo que ella quede de espalda contra su pecho.

— Un poco....

— No debes temer Sarah, veras que muy pronto el miedo no existirá y serás muy poderosa, tendrás todo a tus pies...

Josh podía sentir el aroma que emanaba de la sangre caliente, la cual corría por la yugular de Sarah, era delicioso, casi como el manjar más exquisito, el cual hacía que sus instintos cazadores se empezaran a disparar.

— Serás eternamente mía y amarás las sombras tanto como yo, repudiaras la luz como él mismo infierno y tu boca se volverá agua cuando veas ese líquido que da la vida...rojo y espeso...

— Me estas asustando Josh... — dijo Sarah en verdad intimidada por las palabras sin sentido que decía Josh.

— Muy pronto me entenderás...o mejor dicho ahora mismo lo harás.

Lentamente Josh retiro algunos cabellos negros que cubrían la piel banca del cuello de ella. Con mirada curiosa Josh observó aquella piel tan tersa y blanca como la misma nieve, era perfecta. Lentamente bajó su rostro hasta encajarlo en su cuello, pasando así lentamente su nariz respingada.

Sarah sentía escalofríos al sentir el aliento frío de Josh pegar contra su cuello, no era una sensación tan mala...se sentía bien y sentía que una rara sensación le corría por el vientre hasta bajar por esa zona que está en su entrepierna. Un pequeño gemido escapa de entre sus labios.

Ligeramente Josh desciende sus manos por los brazos desnudos de Sarah y hace que el pijama de ella caiga al suelo dejándola completamente desnuda y a su merced. Sarah también se empieza sentir bastante curiosa y mueve sus manos para tocar a Josh. Este la gira de golpe para dejarla de frente a él y la observa mirando con detalle cada parte de su precioso y menudo cuerpo. Sarah se acerca a él y empieza acariciar el pecho y el torso, sintiendo cada vez como el calor en su cuerpo aumentaba a pesar del frío que había en el lugar y la fuerte lluvia que caía afuera.

Sin dar más espera, Josh con su mano hace que Sarah haga la cabeza para un lado. Lentamente empieza a sentir como sus colmillos salen de las encías sin ningún dolor, luego, estos se encajan en el cuello de Sarah. De ella escapa un fuerte gemido y lentamente siente como las fuerzas abandonan su cuerpo.

Cuando Josh nota que el cuerpo de Sarah empieza a quedar débil, con el último aliento de vida, la recuesta en el suelo sobre las ropas que hay tiradas en este.

— Mi bella Sarah — dice Josh mientras se relame la sangre que aún queda en sus labios. Con su mano pálida acaricia el rostro de ella mientras ve que el pecho de ella se empieza a mover con bastante lentitud y el aire se le agota — Puedo volverte a la vida con una sola condición. Debes ser mía, completamente mía y debes ser obediente, si es así, que vuelvas de nuevo con vida eterna, y si no es así... pues morirás y el único que gozara con tu cuerpo, será la muerte que te llevara a su fría morada. Permite que sea yo quien pueda gozar con el pudor de tu cuerpo, que, aunque no sea puro sé que guarda muchas sorpresas para mí. Eternamente mía, por siempre lo serás.

Sin decir nada más, Josh saca una daga de su bota, con esta corta la parte baja de su brazo sin ningún pesar. Al ver que la sangre empieza salir mira a Sarah la cual yace en el suelo casi sin vida. Con su otro brazo la toma y medio la inclina. Pone su brazo ensangrentado sobre los labios de Sarah.

Como si fuera por instinto, Sarah se apodera del brazo de Josh como una bestia sedienta. Bebe de la sangre de Josh, sangre que le concederá a Sarah una vida eterna entre las sombras y la dulce condena.

Josh retira el brazo cuando ha notado que ya ha sido suficiente. Luego se pone de pie y carga consigo el cuerpo desnudo de Sarah para depositarlo sobre la cama de viejos tendidos. El cuerpo de Sarah está muerto. Ha quedado muerta en vida, así es, un muerto que vive eternamente entre las sombras, donde cada mañana debe morir para renacer al anochecer.

 Cuando despierte, ya será una nueva persona, una nueva criatura condenada a ser una esclava eternamente. Con bastante cuidado Josh cierra los ojos de Sarah ya que estos han quedado abiertos sin rastros de que haya vida.

Las aves cantan y una pequeña niña ríe.

Recuerdos vacíos de una vida abandonada para pasar a ser eternidad entre sombras paganas y seres oscuros.

Donde el más hermoso pudor queda abandonado

Y se abre paso hacia las alas sombrías del deseo.

Una pesadilla, eso es lo que es, el secreto más oscuro y una dulce condena que debe pagar, donde una dama cae ante lo pies del caballero de la noche eterna.

El siniestro guardián que corrompe todo con su paso

Galante y con poder en la voz. Donde el deseo invade sus aposentos hasta

Los días más actuales de una pasión sin fin.

¡Ah maldito príncipe de la dulce pena!

Que haces esclava al alma más pura para llenarla de tu más oscura lasciva.

Creador maldito de las sombras y poder de las tinieblas ¿a ver quién gana este estúpido juego? Donde solo la más sumisa ganara.

Solo es eso, el triste caballero de la noche eterna que vive entre las inmundas sombras creyéndose superior. 

Continuará.....

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Y bueno ¿que tal? la primera parte del "El caballero de la noche eterna"

Muchas gracias para quien la siguió desde el principio y muy pronto aquí mismo, estará la segunda parte, por que esto no queda asi. 

Nuevamente gracias por leer 

att: Barush