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Pov Haruka

¿Gustarme? La sola idea de pensar en ello me causó gracia. Lo único que quiero es protección, ya se lo dije, es mi escudo, pero parece que no. A mí jamás me ha gustado nadie, tal vez me pueda gustar la manera en que me toca y tenemos sexo, pero nada más. Debe de considerarse afortunado, es el único que he tenido más de una vez por gusto.

El amor te hace débil, y nadie me ha querido además de mis padres, pero no los recuerdo del todo así que no puedo asegurarlo. Rin es el que lo sabe, y solo me contesta que sí sin ningún tipo de detalle. El único que puede acercarse más a un estereotipo de cariño o cuidado es Rei , pero un poco nada más, no somos tan cercanos ni estamos siempre juntos, coincidimos en algunas cosas y eso nos acercó.

—¿Ves? Ni siquiera vas a negarlo —me dijo, todavía lo tenía muy cerca. Esta situación me estaba calentando, pero no le daría el gusto a este idiota de alimentar sus ideas absurdas, no esta vez.

—Ahora solo puedes darme sexo, y eso es algo que puedo encontrar en cualquiera —por un instante vi su rostro sorprendido y molesto, después se levantó para entrar al baño sin decir nada más. Bien, al menos lo tiene claro, para mí no es nada.

Tardó más de lo esperado, cuando al fin lo hizo no me habló, ni siquiera me miró, me sentí ignorado, y entonces supuse que estaba molesto por lo que le había dicho con anterioridad, En realidad no me importa… bueno si.

Vi como terminaba de vestirse para después atravesar la habitación hasta la puerta. ¿A dónde iba? Me levanté de inmediato, no quería quedarme ahí encerrado como lo venía estado haciendo en su aburrido y reducido departamento.

—¿Vas con ella? —le pregunté. Él se detuvo y por primera vez desde que le dije aquello, me miró—. No me quedaré aquí encerrado, iré contigo.

—Hablaré de cosas sin importancia, supongo que debe aburrirte todo lo que tenga que ver conmigo —me desafió con la mirada, ¿en serio estaba tan molesto?

No pude evitar soltar una carcajada, parecía que se estaba tomando demasiadas libertades conmigo, lo menos que deseaba era un Kitsune gruñón que pensara que yo era de su propiedad. Ya no más, no volvería a ser de nadie, porque en mis planes estaba ser un vampiro libre.

—Yo soy quien toma las decisiones de lo que hago —pasé de él y lo esperé afuera. Tan solo unos segundos después caminamos por la casa del viejo Kitsune, o lo que sea, da igual, es un viejo con un genio peor que Rin.

El espacio de la casa no era muy grande, así que en muy poco tiempo llegamos a lo que parecía ser otra de las habitaciones del zorro. Makoto dio dos toques con sus nudillos, al poco tiempo escuchamos la voz del viejo pidiendo que pasara. Pude ver como Makoto me miró tan solo un segundo, me dejó pasar y él me siguió detrás.

Dentro de la habitación me percaté de que era más grande de lo que parecía, incluso mayor que la habitación en la que nos estábamos quedando. Dentro había muchos volúmenes de libros viejos y desgastados, un escritorio de madera, una lámpara, y diversos retratos colgado en la pared.

Gou me inspeccionó con descaro, me dejaba en claro que no le caía bien, sabe que pretendo obtener algo quedándome con Makoto, y tiene razón, en parte sé que lo haré sufrir.

—¿Qué hace él aquí? —preguntó el gumiho una vez que Makoto se acercó.

—Insistió en venir —respondió simplemente.

—Hablaremos sobre la historia de nuestros antepasados, él no puede permanecer aquí escuchando —lo miré con burla.

—¿Por qué?, ¿le revelarás los secretos del universo, anciano? —Gou arrugó la boca ofendido, sé que un Kitsune puede vivir cientos de años más que los vampiros, al menos es lo que he comprendido de todo esto.

MONSTER † Makoharu †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora