J.E/ Cosas de San Valentín (One-shot)

Capítulo único.

1. Los "buenos días"
Despertar diferente

─Hiro-san.

─Mmm...

─Despierta Hiro-san.

─¿Eh...? –Hiroki abrió con pereza sus ojos, topándose directamente con el rostro de Nowaki─. ¡Wah!

─Jeje, despertaste –dijo Nowaki, con una sonrisa triunfadora─. No te muevas tanto o tiraras la charola.

Fue cuando Hiroki miró abajo y vio que tenía una charola sobre las piernas, con un pan redondo y un vaso con jugo de naranja; a su lado había un chocolate.
─¿Qué es esto...?

─Día de San Valentín –respondió Nowaki─, y que mejor que despertar con el desayuno en la cama.

─Gracias Nowaki, pero debo alistarme para el trabajo.

─Oh, no te preocupes. Te desperté una hora antes, así podremos desayunar sin prisa.

Con una sonrisa fingida, el maestro miró la hora del reloj en el futón: 6:00 am.

─¡Nowaki! –exclamó con enojo, pues aún le sobraban 2 horas antes de ir al trabajo, y le haría pagar a su pareja por despertarlo tan temprano. Lo tomó de la manga izquierda y lo miró seriamente.

─¡Solo quería despertarte temprano, no me mates! –se excusó el menor, sin querer imaginar lo que le esperaba.

Así, Nowaki y Hiroki comenzaron su mañana, el 14 de Febrero.

2- En el trabajo
El ambiente rosa.

─Oh, my-sweet-ho-ney -dijo Miyagi, al mismo tiempo que abrazaba a Hiroki por la espalda.

─Prefesor... ─un aura se formó alrededor de Hiroki. Sin usar mucha fuerza, lo tomó del brazo y lo empujó lejos de él.

─No tienes que ser tan agresivo Hiroki ─reclamó con un puchero, pero no hizo que Hiroki se arrepintiera de nada.

─No moleste ahora Miyagi, en unos minutos tengo mis últimas clases y no necesito que me fastidie.

─Uhh, ¿tanta prisa por salir?

─De hecho... B-Bueno, quiero llegar a casa como siempre. Además, el ambiente apesta a rosas, chocolates y cartas de amor llenas de azúcar.

─¿Y qué esperabas? ¡Es día de San Valentín! Un día especial, donde los amante pueden expresarse su afecto, los amigos se pueden regalar cosas, las tiendas se llenan de rojo...

─Sí, y es cuando las estudiantes llegan al límite y deciden confesarse. ¡Mire! –Hiroki alzó una bolsa, llena de cajas de chocolates y cartas rosas.

─Jaja, velo del lado positivo, eres muy querido por tus alumnos. Incluso yo te habría dado muchas "cosas" –insinuó fingiendo picardía.

─¿En serio? –se escuchó al fondo,

Ambos hombres voltearon, descubriendo a Shinobu parado en el marco de la puerta. Hiroki le vio con indiferencia, y malicia; en cambio, Miyagi entró en pánico.

─¡Shinobu! ¿por qué...?

─Asuntos con mi padre, ósea tu jefe viejo. Pero no te molesto, al parecer tienes que darle muchas "cosas" a tu amante –respondió con frialdad, dando la vuelta y cerrando la puerta.

─¡Espera! –exclamó Miyagi corriendo a la puerta─, Kamijou, nos vemos luego, debo arreglar esto.

La puerta se cerró y Hiroki quedó solo en la oficina. Dio un suspiro, tomó sus cosas y salió a buscar su aula de clase.
─Siempre es lo mismo.