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Capítulo narrado.

Era una calurosa noche de verano, la mayoría de las personas salían a refrescarse en algún establecimiento u optaban por un paseo nocturno por la playa, en especial los jóvenes como nuestra querida Cáncer pero este no era su caso.

La cangreja dormía profundamente, estaba exhausta. Uno de sus profesores les había asignado dos libros por estudiante para hacer una reseña, ella estaba más que encantada con la noticia pero al llegar a la biblioteca y tener aquellos libros en sus manos no hizo más que enfadarse, cada uno tenía más de mil páginas.

Lo que ella pensaba que serían las perfectas vacaciones (playa, bikini, bronceado y fiesta) se había convertido en una pesadilla viviente. Por lo que, después de devorar ambos libros y terminar la reseña la tarde anterior, decidió que era mejor descansar; tenía pocos días libres antes de volver a clases.

Cáncer se revolvió incómoda en la cama, empezaba a sofocarse, no tuvo de otra más que despertar. "Necesito un baño" pensó al ver su camiseta pegada al cuerpo y justo cuando se disponía a hacerlo golpearon a su puerta, al parecer alguien pedía tener sus tenazas alrededor de su cuello. Ella había dejado en claro que no quería que la molestaran.

Como alma que lleva el diablo y hecha una furia se dispuso a abrir la puerta pero todo instinto asesino se esfumó al ver quien se encontraba del otro lado.

— Aries...—dijo incrédula. Llevaba meses sin verlo.

El chico le brindó una enorme sonrisa, estaba entusiasmado. Revolvió el cabello de la chica y se adentró en la habitación.

— ¿Cómo has entrado? —Cáncer tenía el ceño fruncido pero ambos sabían que su mal humor ya no estaba, el brillo en sus ojos la delataba.

— Conservo la llave, ¿recuerdas? —la chica asintió y sonrió un poco.

Estaba recordando cómo en su primer año como universitarios Aries había corrido hacía ella en busca de ayuda, pues su casero quería matarlo después de enterarse que se acostaba ocasionalmente con su hija. En verdad que era un crío en ese entonces.

— ¿Hace cuánto no te bañas? Estas hecha un desastre —Aries la observaba y se preguntaba qué tan duro había sido el verano de su amiga—

Antes de que ella pudiera protestar la llevó hasta el cuarto de baño y la empujó dentro.

— Venga, hazlo rápido para irnos.

La cangreja lo miró mal y le cerró la puerta en las narices, comenzaba a cabrearse, ella solo quería dormir. Aunque no podía negar que necesitaba un baño con urgencia, se había asustado con su propio reflejo.

Mientras tanto Aries estaba ansioso por irse, esa noche llevaría a cabo su plan maestro el cual había estado preparando por varios meses con ayuda de Capricornio y Leo; estos dos seguían juntos y su relación era bastante prometedora. Justo cuando los nervios se manifestaban Cáncer apareció junto a él. "No recordaba que fuera tan guapa" pensó y la maldad despertó en su interior, la apariencia de Can era un bonus para la muerte de su víctima. Agarró su mano y corrieron fuera del apartamento, no podía arriesgarse a que la chica se arrepintiera.

[...]

— ¿Cocina Astral? —Cáncer no había pronunciado palabra alguna durante todo el trayecto pero sin duda el nombre, de lo que creía sería un restaurante, llamaba su atención.

Aries tragó en seco, esta era la parte difícil. ¿Cómo decirle que eso era en lo que había estado trabajando el tiempo en que no se vieron? Y que además involucraba a casi todos sus amigos menos a ella, su mejor amiga. La chica al no obtener respuesta fue a averiguar por ella misma, el carnero bajó del auto y corría para alcanzarla, tenía algo de miedo pues sabía que su amiga era algo cambiante, por lo tanto impredecible y temía su reacción pero fue en la entrada donde llegó su salvación.

Notas A Sagitario © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora