DIEZ

1.2K 187 60
                                    

LA HISTORIA DE CANCER

La culpa de lo que sucede en nuestra vida, es exclusivamente nuestra.

— ¿Qué tenías que decirme, Ofiuco? — Preguntó, sentado sobre su cama y cruzado de brazos.

Su hermanastra había ido a su casa con el pretexto de que tenía algo sumamente importante que decirle. Aunque él seguía enojado, un poco con ella, y un poco consigo mismo por lo que había pasado con Capricornio, aceptó escucharla.

Dios, Capricornio. Él sabía que había cometido probablemente el peor error del mundo con ella, pero tenía la esperanza de que lo perdonara. Esa noche había bebido demasiado, Ofiuco se aprovechó de la situación, y pasó lo que nunca tendría que haber pasado. Se odiaba por eso, había llorado toda la semana a causa de su estupidez, pero ahora estaba decidido a que haría todo lo posible y lo imposible también por recuperar a aquella chica que tanto amaba.

Nada se interpondría en su camino. O eso pensó, hasta que Ofiuco abrió la boca.

— Estoy embarazada.

Él sabía a qué se refería la rubia, pero prefirió hacerse el tonto.

— ¿Y eso me importa por qué?

— ¡Porque es tuyo, pedazo de idiota!

Bien, no había que perder la calma.

Se levantó enfurecido de la cama.

— No mientas, ya has hecho demasiado daño. Vete.

— ¡No estoy mintiendo! — Exclamó ella, ofendida — Es tuyo, no usamos protección la otra noche y ¿Qué querías?

— Lo que quiero ahora es que te marches de aquí — Ella iba a habar, pero se le adelantó — ¡No intentes engatusarme a mí, maldición! Seguro es de Escorpio ¿No son novios?

-— No, no somos novios, me dejó — Ofiuco rodó los ojos — Además, con ese maldito hace meses que no tenemos nada, y yo tengo una semana de embarazo. No estuve con nadie además de ti hace un mes.

Bien, ahora sí era momento de perder la cabeza. Se dejó caer en su cama y tomó su cabeza entre sus manos.

— No — Dijo — No, no y no. No puede ser — Soltó un bufido de frustración, y levantando la vista miró a su hermanastra a los ojos — Te lo sacarás.

— ¿Perdón?

— Abortarás. No lo quiero.

— ¿Qué? Soy perra pero no para tanto, este bebé no me lo quitará nadie, y tú te harás cargo.

— Pero no lo quiero — Miró toda la habitación, en busca de ayuda — Capricornio jamás volverá conmigo, no me va a perdonar.

—No te pongas a llorar ahora, maricón — Bufó — Y no me importa que no lo quieras, fuiste un idiota y ahora tienes que pagar por ello.

— Vete de mi casa — Ella lo miró sorprendida. Él se había levantado de golpe, y la había empujado — ¡Vete de mi casa, ahora mismo, perra!

Enfurecida salió, pero antes de cerrar la puerta él habló.

— Ese niño no va a nacer. O te lo quitas tú por las buenas. O me encargo yo de deshacerme del bastardo. Y quién dice, quizás me deshaga de dos pájaros de un solo tiro.

---------------------------------------------------

Siguen leyendo esta historia a pesar de que es tan vieja? Me gustaría saberlo. Y también me gustaría saber que piensan de ella, la escribí hace mucho pero todavía le tengo bastante aprecio.

¿Quién mató a Ofiuco?Where stories live. Discover now