Quédate conmigo #3 Sé mi salvación Terminada

Capitulo 2. Nuestro tiempo se ha terminado.

Regrese con Joshua. Nuestro padre estaba en la sala de espera, le había pedido que me esperara para decirle lo que pasaba. Supongo que lo noto en mi voz y por eso, acepto quedarse. Intente limpiar todo rastro de lágrimas, se suponía que tenía que ser fuerte. ¿Cómo le dices a un niño de doce años que va a morir? Trague el nudo que se formó en mi garganta.

Joshua miraba el oso que tenía sentado a su lado, medía lo mismo que él. Sonreí, eso era lo peor. Me detuve, no podía hacerlo, menos en su cumpleaños, se lo diré, pero no hoy. Joshua lo notaria. La Doctora me dijo lo que pasaría en los siguientes meses, lo que el sufriría, ella prometió hacer todo para darle a Joshua medicamentos y aplacar el dolor.

-Lindo oso- Joshua me miro, tenía una enorme sonrisa.

- Lo sé, tal vez debí de decirle a papá que quería un Xbox, ni siquiera sé que haré con esto.- me senté a su lado.

- Sabes, pensé en tu regalo.- clavo su mirada con la mía, quería abrazarlo, pero eso solo haría que se diera cuenta.

- ¿Cuál será?

- ¿Qué tal si vienes a vivir conmigo?- su sonrisa desapareció, levanto una ceja esperando a que hable.

- No- parpadee.

- ¿Qué?

- No quiero, aún estoy enfermo y eso no va a cambiar. Sé qué haces un esfuerzo por pagar el hospital... ¿es eso, ya no puedes pagarlo?- ahora estaba preocupado, no le daría preocupaciones a mi hermano.

- Claro que no, aun puedo pagarlo. ¿Por qué no te quieres ir?

- Porque no quiero que nadie sienta lastima por mí, porque yo no pertenezco afuera.- trague saliva.

- Joshua, iremos a lugares a los cuales nunca has ido, te llevare a donde tú quieras, escoge.- se negó.

- Tim, me gusta estar aquí, tengo amigos que me visitan, amigos enfermos como yo, yo no soy una persona normal, yo pertenezco aquí.

- Joshua...

- Estoy cansado, quiero dormir.- asentí, me sentía enojada y al mismo tiempo, entendía por lo que pasaba mi hermano. No pensaba preocuparlo, no pensaba gritarle. No me importaba si la gente decía que lo estaba chiflado, pero desde ahora en adelante le daré todo lo que él quiera. Cueste lo que cueste.

Deje a Joshua recostado, le di un beso en la frente y el abrazo el oso, como si fuera un niño pequeño. Deje escapar algunas lágrimas, cuando cerró los ojos.

Cuando salí de la habitación me deje caer en un sillón de la sala de espera. Mi padre en seguida se levantó, cuando me escucho llorar.

-No puedes decirme que su tiempo se ha terminado.- mordí mi labio.

- Está en la última etapa, es la etapa final.- limpie mis ojos con un pañuelo.

- Tal vez todavía se puede hacer algo, con dinero todo se puede.- trague saliva.

- ¿Quién lo pondrá? ¿Tú?- me fulmino con la mirada.

- ¿Tienes que echármelo en cara?- me levante de golpe.

- Si yo nunca hubiera aparecido en sus vidas, él no lo hubiera logrado. ¡Yo le conseguí tiempo!... solo eres un borracho, nunca has sido su padre.- me pare y le hice frente.- ahora compórtate como hombre, y se fuerte por él, mantente sobrio y visítalo, te necesitara, como yo un día te necesite y espero que al menos estés para el- bajo la mirada, derrotado por mis reproches.

- Vendré cada día.

- No vengas alcoholizado.

- Nunca vendría así a ver a mi hijo.- se fue. Dejándome con un hueco en mi pecho que nada ni nadie llenaría. Joshua también me abandonaría, pronto no quedaría nada de mi pasado, pero eso ya no importaba, sin Joshua, mi vida se consumiría.

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