Enamorados Por Accidente.

Memoria

-¡Mike!-me emocioné al ver que había abierto los ojos-¡Dios, gracias!-dije tomándole la mano y besándosela.-¿Como estas?-pregunté
-Para-me sacó la mano-¿Y vos quién sos?-preguntó.
-¿Qué?-Esto no podía estar pasando.
-¡Es broma Alex!-cerré los ojos en forma de alivio-Pero...¿Por qué me tratas de esa manera?-fruncí el ceño-Sólo sólo mi vecina-no entendí nada.¿Por qué estoy en el hospital? ¿Qué me pasó?-me invadió de preguntas
-¿Sólo tu vecina?-pregunté. -Voy a llamar al doctor-asintió.

Fui en busca del doctor.

-Doctor-lo llamé-Mike despertó-asintió y comenzó a caminar en dirección a la habitación. -Pero no recuerda que soy su novia-dije-No recuerda nada.
-Tal vez es algo temporal-dijo y asentí.

Abrió la puerta y entró.

-¿Cómo te sientes Mike?-preguntó.
-Me duele un poco la cabeza-dijo-Pero es soportable-el doctor asintió.
-¿Pueden dejarme solo con el?-preguntó el médico.
Todos asintieron y salimos de la habitación.

-No me recuerda Ash-me abrazó.
-El te va a recordar pulgosa-dijo
-Olvidó todos los momentos que vivimos-comencé a llorar.
-Tranquila-acarició mi pelo.

El doctor salió de la habitación.

-¿Qué tiene doctor?-preguntó la señora Calvin.
-Mike quedó con los recuerdos de hace cinco años atras, mas o menos-bajé la mirada.

Ya no me quedaban esperanzas.

-El va a ir recordando de a poco-dijo-Va a ir armando como un rompecabezas de su vida-asentimos-¿Entienden?-preguntó
-Si-dijo el señor Calvin-¿Podemos verlo?-preguntó y el doctor asintió.

Era obvio, el no iba a recordarme, hace cinco años atrás, Mike me recordaba como la niña de siete años, al que el le rompía las barbies, yo tendría catorce años.
A Mike solo lo veía en el instituto y en alguna que otra cena que organizaban nuestros padres.
El me recordaba, como su vecina, nada más.
Hace cinco años el tenía novia, tenía quince años, una de esas noviecitas sin importancia.
Pero el tiempo pasó, Stefany había crecido al igual que nosotros, se había mudado a Argentina y Mike actualmente ni la recordaría.

-¿Dónde está Stefany?-preguntó y traté de contenerme las lágrimas.

Stefany era la típica rubia de ojos miel.
Era cruel, y no le importaba dejarte en ridículo si era necesario, aun si no lo era.
Su corazón era duro como una roca, sufrió la pérdida de su madre en esos cinco años,su padre no le prestaba atención entonces la buscó en los chicos.
Y Mike a los quince años era un puto mujeriego.

-La llamaremos-dijo el señor Calvin y luego me miró.
-¿Cuando puedo volver a casa?-preguntó-¿Qué me pasó?
-En dos días-dijo la señora Calvin-Quieren hacerte algunos estudios-explicó acariciándole el pelo.

Ese pelo despeinado como siempre.

Dios Mike, espero que esto no cambie nuestra historia de amor.

-¿Puedo ir al instituto?- seguía preguntando.
-Mike sufriste una lesión muy grave-dije-No te esfuerces por recordar-lo miré y éste me miró a los ojos.
-¿Por qué sufrí ésta lesión?-preguntó.-Expliquenme-pidió.
-Estabas en el servicio militar-comenzó a explicarle su padre-Y una bomba explotó, te volteó y caíste sobre una roca-dijo.
-No recuerdo nada-dijo tomándose la cabeza-Quiero que me cuenten mi vida-dijo
-No podemos-dije-Es peligroso, vos tenes que recordarlo solo-expliqué.

Dicen que el miedo te detiene, que altera tus proyectos o cosas así.
Tengo miedo.
Ese miedo que te tensa el estómago, que te paraliza.
Siempre le tuve miedo al olvido.
Y esto es justo lo que me pasaba.
Mike estaba olvidándose de mi, de todo lo vivido, de todo lo que pasamos y no digo sólo los recuerdos buenos, también digo los malos momentos.
El doctor había dicho que iba a ir recordando, pero me atemorizaba que se acordara de todo menos de mi.

-¿En que pensas Alex?-me preguntó sacándome de mis pensamientos-¿En tu chico?-me miró sonriendo.

No soportaría esto, era mucho para mi, no soy fuerte, al contrario, soy más debil de lo parezco.

-No-dije sin fuerzas-Ya me voy-le miré una última vez.-¿Me acompañas Ash?-Asthon asintió.
-Adiós-me respondieron.

***

El camino a casa fue en silencio.
Yo miraba la ventanilla pensando que haría para que el dolor del olvido no afectara tanto.

-Gracias-le dije antes de salir del auto y Ash plantó un beso en mi mejilla fría por las lágrimas.
-¿Vas a estar bien?-preguntó y asentí.
-Te llamo cualquier cosa-dije y el asintió ahora.

Entré a casa.
Todo estaba vacio, como si estuviera sin vida.

Subí a mi habitación y me tiré en la cama.

Pensé que podría hacer.

Finalmente me había decidido.
Lo único que podía y me quedaba hacer era escapar de esto,no puedo soportarlo. Soy débil.

Pensé una y otra vez,hasta que llegué a una idea.

Me mudaría.