Capítulo 2x09: Hay un vacío que no comprendo.

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Capítulo 2x09: Hay un vacío que no comprendo.

Centramos nuestras energías en buscar las soluciones más lógicas para los problemas, las que están mejor aceptadas por la sociedad y en ocasiones, las que son más sencillas de realizar.

Pero la vida a veces no es lógica, a veces tampoco está bien vista por todos y sobre todo, la vida no es nada sencilla. Vivir es riesgo, es equivocarse, es caerse y aprender a levantarse. Porque al final, cuando echas la vista a atrás, te das cuenta de que tu vida tan solo es un cúmulo de tus decisiones, ya sean acertadas o fallidas.

Me había despertado sudando a mitad de la noche, la peor imagen se había puesto ante mí en forma de sueño.

“Marcos y Sam hablaban amigablemente en mitad de la calle, mientras yo les miraba desde una esquina. Me sentía orgullosa de ellos, habían conseguido volver a ser amigos. Pero entonces mi vista se centró en una calle que había paralélela a la mía, hasta podía decir que era exactamente la misma, como un espejo. En ese lado, también había una chica que era exactamente igual que yo, también ocultándose tras una esquina y observando la escena.

La única diferencia que había entre esa chica y yo, era que al cabo de unos segundos, ella salió de su escondite y fue a plantarse delante de ellos.

Marcos y Sam dejaron de hablar amigablemente para pasar a mirarse con celos, como si esa chica sacase lo peor de ellos. Entonces de repente yo ya no estaba oculta tras esa esquina, estaba justo al lado de mi otra yo, enfrente de Marcos y Sam.  

La miré con atención, parecía tener la vida resuelta, parecía serena y con un objetivo claro en la vida. Parecía la persona que yo soñaba llegar a ser algún día.

Entonces ella me miró y me dijo sonriendo:

- Yo ya he elegido, ¿y tu?

- No puedo elegir. – contesté sin ni siquiera pensarlo, era como si hablase mi subconsciente y no yo, pues yo no sabía qué era lo que tenía que elegir.

- ¿Quieres saber a quien he elegido? – volvió a decir con una amplia sonrisa en su rostro. No recordaba haberme visto sonreír así nunca.

Pero antes de que yo pudiese responder, Sam me agarró de la camiseta, con la mirada descompuesta por el dolor y diciendo:

- ¿Por qué, Anne? Yo te amo.”

Su dolor me recorrió la espalda provocando que me despertara de un salto. Sam dormía a mi lado plácidamente, esa mirada enloquecida había sido sustituida por la paz que proporcionaban sus sueños. Pero yo ya no estaba en paz, el sueño se repetía en mi cabeza como un remolino.

¿Qué significaba el sueño? ¿Significaba que mi subconsciente había elegido a Marcos y que eso provocará ese dolor en Sam? Pero… yo aún no había elegido, quería a Sam, de eso no tenía duda, quizás no le quería tanto como debiera, pero tampoco sabía lo que sentía por Marcos, al fin y al cabo, no podía confiar en él, ya sé fue una vez y podría volver a hacerlo.

Note como Sam se quejaba dormido de todos mis movimientos, pues desde que me había despertado, era como si la cama tuviese chinches. Así que decidí ponerme ropa cómoda, unas zapatillas deportivas y salir de la habitación.

Fuera empezaba a amanecer, el cielo aún era oscuro, pero se veía un clarísimo azul señal de que el sol hacía sus primeras apariciones.

Me senté en un balancín que había en el porche de la casa, la bruma de la mañana humedecía mi ropa, los olores de la naturaleza parecían estar expulsando sus aromas en grandes cantidades y los animales también parecían despertar con el resto del bosque.

En Busca de la FelicidadWhere stories live. Discover now