T r e i n t a y u n o

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Jay

Respiro profundo mientras Peter pide la bebida al camarero. Aparentemente, él está tan frío y desconectado de los sentimientos como siempre pero, cuando me mira, puedo ver un rastro de incertidumbre y preocupación en sus ojos, lo cual no me puede parecer más sorprendente. En cuánto el camarero nos deja solos, la tensión podría cortarse con un bisturí. Él me examina el rostro, como si buscara una respuesta ahí mientras yo aprieto el vaso con tanta fuerza que los nudillos se me vuelven blancos.

-¿Qué tal estás? - Pregunta de pronto, no por casualidad ni por cumplir. Frunzo los labios, guardándome la respuesta para mí.

-¿Es verdad que Tara está... Embarazada? - Me cuesta pronunciar esa palabra y el nombre de Tara en la misma frase. Asiente con pesadez.

-Eso dice ella, al menos. - Frunzo el ceño, asqueado. - Me llamó porque tú no le cogías el teléfono. - Me encojo de hombros.

-Siempre ha sido muy pesada, pensaba que quería... - Dejo la frase en el aire, guardando silencio durante unos instantes.

-¿Te acostaste con ella? - Lo reto con la mirada durante unos segundos.

-Sí. O no. No lo sé, estaba muy borracho. - Da un largo suspiro de desaprobación y yo tengo que recurrir a mi autocontrol para no decirle nada.

¿Por qué se tiene que creer él mejor que yo? No creo que mi nacimiento fuera la mayor alegría de su vida y ni siquiera ha estado nunca ahí para mí. Tenso la espalda, al borde del colapso.

-Tienes que hacer lo correcto, Jay.

-¿Cómo hiciste tú? - Le reprocho en mi tono más afilado. Suspira.

-Tienes que hacer todo lo contrario a lo que he hecho yo. Ahora te parecerá el mayor error de tu vida y supongo que prefieres quedarte con esa chica pelirroja... Valerie. - Los recuerdos me atormentan cuando pienso en ella. Sacudo la cabeza, intentando sacar sus ojos grises de mi mente. - Pero es tu responsabilidad. ¿Sabes lo que yo daría por volver atrás y hacer las cosas bien desde el principio? ¿Haberos dado una vida mejor a ti y a... Rose? - Cállate. No digas su nombre. - Yo cometí muchos errores, Jay, errores que ya no puedo enmendar aunque quiera. Es muy tarde para que yo haga las cosas bien pero no para que tú lo hagas. - Hace una pausa. - Piénsalo bien, Jay, si hay alguna posibilidad de que ese niño sea tuyo, piensa si te gustaría qué pensara de ti lo que tú piensas de mí, si te gustaría que un hijo tuyo tuviera la sensación que tú tienes ahora.

Un escalofrío me recorre la espalda y se une al sudor frío que empapa mi frente y mi nuca. Claro que no quiero eso, claro que no quiera que mi hijo se sienta abandonado, no quiero que sea como yo, que tenga que esperar casi 25 años de vida para ser feliz, quiero que lo sea desde el principio pero no quiero estar con Tara. Y no quiero abandonar a Valerie. ¿De esto se trata la vida? ¿De renunciar a lo que más quieres, a lo que te hace feliz por el beneficio de otro? Juro que me siento como si estuviera en una cámara oculta. Al final, Tara tenía razón y no voy a poder deshacerme de ella nunca. No tengo opción, cada vez lo veo más claro. No podría vivir sabiendo que hay una más mínima posibilidad de que tenga un hijo viviendo en la otra parte del mundo, no soy tan insensible y, cuando Valerie lo sepa, tampoco me va a querer en su vida.

Valerie. Me llevo las manos a la cabeza, no puedo creer que esto esté pasando ahora. Toda mi vida siendo un inútil, sobreviviendo, dañando a los demás y haciendo cosas horribles sin importarme en absoluto... Y la vida elige justo este momento para joderme de esta forma. Qué ironía. Debe ser lo que llaman el karma. Recuerdo el día que Peter me dijo que mi madre había muerto, pensé en todos mis errores y en cuánta gente me había dicho que algún día todos y cada uno de ellos me estallarían en la cara. Pensé que se referían a eso, a la muerte de mi madre.

Broken - S O U L S (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora