- No me mates - murmuré - No le he hecho nada a nadie.
- Será rápido, me han mandado y si no lo hago, me matarán a mí.
- No es justo, yo no he hecho nada malo, por lo menos explícame porqué.
- No te voy a decir nada, yo sólo cumplo órdenes.- rugió...
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Estoy destrozada.
Parezco zombie. Una maldita muerta.
Han pasado dos días desde la muerte de Tanner. Es 26 de diciembre y la navidad ya no está en mi. Se fue.
Ayer me la pase neutra, como una maldita loca. Sentada en un solo lado, no comí, no bebí líquidos, nada.
-ya no puedo verte así, Jo.- dijo con voz fuerte Balthasar.
-me recuperaré.- hablé.- siempre lo hago, no te preocupes.- respondí, lo miré.
-te estás destruyendo.- murmuró.
-es normal, luego ya se me quitará lo zombie.- alcé mis hombros.
-es ahora. ¡no puedes estar así tanto tiempo mujer de Dios!.- alzó la voz.
-¡¿no entiendes que estoy dolida?!.- vociferé.
-trato de entenderlo, pero esto es demasiado, tienes que comer, aunque sea bebé algo de líquido. Te estás matando.- exclamó furioso.
-lo siento Balthasar, por ahora, puedo comer y eso, pero no pienso salir a menos que sea para matar a ese idiota.- gruñi.
-necesitamos un plan primero y lo sabes.
-hace dos días murió, y no han hecho, ¡nada!.- grité.
-¡estamos haciendo lo que podemos!, no fue fácil decirle a su madre que su hijo había muerto y de la nada.- alzó su voz molesto tambien.
Esto iba a terminar mal, si no se callaba de una buena vez.
-pues vamos a matar al idiota del príncipe, ahora.- demandé.
-¿no comprendes?.- rodó los ojos.- él tiene un ejercito, tenemos que encontrar el plan perfecto para que no nos maten.- explicó.
-me vale mierdas. ¡ya estoy harta de esperar!.
-¡deja de ser tan dolida y comprende la situación!, debes de pensar con la cabeza, no seas estúpida Jo.- dijo ya molesto.
-¿dolida?, Tanner fue alguien especial, y alguien que no me hizo nada malo, por eso, tengo este dolor.- señalé mi pecho con furor.
-pero ya es hora, eres demasiado sufrida, ya debes de levantarte de ahi.- rugió con enojo.
-no seas imbécil, no seas tan inhumano, era alguien especial para mi. Hace apenas dos días se fue, para los vampiros seguramente es fácil superar algo rápido, pero para mi no lo es. Debo sentarme y asimilarlo.
-a mi no me interesa.- gritó. Me quedé callada observándolo. Otra vez el idiota de Balthasar volvió a su antiguo cuerpo. La molestia se notaba en su voz, salio por esa puerta y la azotó con fuerza. Me impresionó que no se hubiera caído por semejante golpe.
