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La persona que se encontraba tras aquella puerta era la que menos pensaba Jimin... El tan sólo verlo ahí parado, con una enorme sonrisa sobre sus labios y una pequeña maleta a su lado provocó que su corazón diera un vuelco y que en su estómago se sintieran miles de mariposas volar. Era ilógico, pues tan sólo era un pequeño juego sexual entre los dos, no había algún otro lazo que los uniera, simplemente el deseo que ambos sentían el uno por el otro.

Pronto la pequeña maleta de Yoongi fue posada al lado del sofá en el cual ambos posteriormente de sentaron. Las piernas de Suga fueron levemente golpeadas por las palmas de sus manos, dando a entender a Jimin que se sentara sobre él, cosa que hizo sin dudar.

- Buen pequeño. -dijo el rubio con una leve sonrisa sobre sus labios, mientras que sus manos divagaban en el cuerpo de su contrario, Jimin, acariciando cada parte de esta, explorando con la yema de sus dedos y perdieron su vista en estos-. Aunque... Aún no me has saludado como se debe. -murmuró con voz ronca, elevando su vista y encontrándose con la de su contrario. En un movimiento rápido Yoongi quedó sobre Jimin, acorralándolo con sus brazos en aquel sofá-. ¿No saludarás a Daddy? -sus ojos ya se encontraban negros de la lujuria, deseaba a Jimin tanto como este lo deseaba a él y no se quedaría con las ganas de probar tan exquisito cuerpo-.

Daddy ; Yoonmin. [ CANCELADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora