Capítulo 12

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Capítulo 12

Jared levantó perezoso el brazo hasta que consiguió tener a la vista el reloj de su muñeca. Se quejó con un gemido. - Uff, creo que voy a tener que moverme. Me esperan en el set en veinte minutos. - Cerró los ojos mientras se recreaba en sentir de nuevo aquellas fuertes manos acariciando su espalda. Se incorporó un poco separándose del pecho de su amigo y depositando un tierno beso en sus labios. Jensen tenía una expresión relajada y satisfecha y le sonreía de una forma que calentaba el pecho de Jared.

El castaño miró hacia abajo evaluando el desastre en el que se habían convertido sus pechos y sus estómagos. - Creo que vas a tener que prestarme la ducha. - dijo con una mueca de incredulidad. Jensen alzó una ceja mientras seguía la mirada de su amigo comprobando por sí mismo el estado en el que se encontraban. Una profunda carcajada salió de su pecho, atrajo a su ahora amante hacia él y le besó de nuevo, profundo y despacio. - Anda ve...- dijo palmeando sus piernas para que se pusiera en movimiento. - Además..., me estás aplastando! Tío, eres enorme!

Jared se rió con ganas a la vez que se levantaba dejando así libre a su amigo. Se tambaleó un poco al sentir como las piernas le fallaban después de tanto tiempo en aquella postura. Jensen sujetó su mano con la suya para estabilizarlo. Los dos se sonrieron cómplices hasta que Jared empezó a caminar hacia el baño, llevándose la mano de Jensen con él todo lo que la distancia lo hizo posible, sintiendo su ausencia en el mismo momento en que sus dedos se escurrieron entre los suyos.

Jensen permaneció sentado en el sofá, con los ojos cerrados. No se podía creer lo increíblemente bueno que había sido aquello. No recordaba haberse sentido así nunca con nadie y eso que no habían hecho nada más que tocarse. Solo pensar en él y todo su cuerpo reaccionaba por su cuenta. Suspiró profundo e intentó relajarse. Escuchó el agua de la ducha corriendo y una imagen vino a su mente. Se levantó y se dirigió al baño.

Se apoyó en el mueble del lavabo y observó a Jared mientras se duchaba. El agua caía sobre él mojando su pelo, haciéndolo ver más largo, pudo apreciar su ancha y musculada espalda, los pectorales ahora abultados por el movimiento de sus brazos enjabonándose, ese vientre firme y duro, de abdominales definidos y unos dorsales que descendían marcando una cintura estrecha. Sus glúteos firmes y elevados seguidos de unos muslos largos y fuertes. Jensen no pudo reprimir un gemido que llegó a oídos de Jared.

- Por qué no vienes aquí? - preguntó el más alto.

Jensen río. - No cabemos ahí Jay. Además, no quiero que vengan a buscarte y tener que explicar esto.

Jared también se rió, terminó de ducharse y cerró el agua saliendo de la ducha. La imagen de Jensen le dejó parado en el sitio. El rubio estaba apoyado en el mueble del lavabo, con las manos sujetas a los bordes, Su pelo estaba revuelto y despuntado, húmedo del sudor. Sus ojos verdes brillaban intensamente, divertidos, haciendo que se le marcaran aquellas pequeñas arrugas. Jensen sonreía travieso, con la comisura del labio elevada, mostrando una hilera de dientes blancos y brillantes. Su torso permanecía desnudo, húmedo y brillante por el sudor y la humedad del baño. Su pecho y sus brazos eran fuertes y su estómago firme aunque no tan definido como el suyo. Sus pantalones permanecían abiertos, sujetos a su cintura no sabía cómo, la depresión del hueso de su cadera se perdía por debajo del slip ahora visible, ligeramente abultado de nuevo por la media erección de Jensen que permanecía con las piernas cruzadas.

Jared tragó duro mientras cubría su cintura con la toalla. Se acercó despacio a su amigo hasta estar pegado a él. Rodeo su hombros con sus brazos mientras Jensen colocaba las manos en su cintura. Jared lamió los labios del rubio que abrió la boca. - Sabes que esa imagen jodidamente sexy que me ofreces, me está volviendo loco? Quieres volverme loco Jensen? - Jared introdujo su lengua en la boca de su amigo lamiendo despacio, acariciando, probando. Depositó pequeños besos en la comisura de sus labios, en su barbilla, en su nariz. Acaricio sus dorsales de arriba a abajo mientras lanzaba un suspiro de frustración por no poder continuar. - La ducha es tuya..., tengo que irme - con un pequeño beso y una sonrisa, salió de la habitación antes de que los temores de que viniera alguien a buscarlo se hicieran realidad.

Éramos amigos...Where stories live. Discover now