Tres cuadras

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Soy parte de un mundo imaginario, donde la gente piensa que defensa es sinónimo de ataque, en este lugar quienes deciden el sueldo mínimo, reciben  un salario inalcanzable, la corrupción nubla el poder, aquí  es importante donde naces, esto marca quien seras, los apellidos abren puertas, no somos todos iguales ni tenemos las mismas oportunidades, es por eso que decidí creerme diferente, las historias las escriben los vencedores o eso pensaba...

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Pedro Aguirre, igual que la población era mi nombre, mi mamá me contaba que me puso así por lo luchador que quería que fuera, como la gente que vive ahí, el inspector del colegio decía que era el mejor nombre que me podían haber colocado por lo marginal, dos conceptos, una persona, opuestos, pero ese era yo.

Vivía en Puente Alto cerca de bajo de Mena, con mi hermana la Luci, mi mamita y la Charlot nuestra perra guardian.
Cursaba mi primer año de instituto, Ingeniería en prevención de riesgo quería estudiar, por ahora era solo técnico, pero le haría honor a mi nombre como me enseñaron y lo lograría.

Era un año difícil porque a mi vieja le habían diagnosticado una enfermedad rara, una de esa de nombre difícil de pronunciar. Y ya no podía atender sola el puesto del persa, así que con la Lucí nos turnabamos para ayudar, yo me pasaba después del instituto para hacer las tareas pesadas del negocio, acarrear las cajas, desarmar el puesto, todo lo que mi mamá ya no podía hacer, por su esclerosis.

Era el hombre de la casa, la contención, sin derecho a ser débil frente a ellas, es por esto que cuando volvía del instituto me bajaba tres cuadras antes de la casa para desatar el nudo que se me formaba en la garganta, me ponía los audífonos y pensaba que podía pasar, como podía ayudar, me cuestionaba porque me había tocado tan difícil la vida si trataba  de ser bueno. Me tranquilizaba saber que tenia problemas pero como todos, esto no me hacia especial, peor ni mejor, era uno más de los que no podía decidir.
Me hubiera gustado poder tener la oportunidad de darle terapias alternativas a mi mamá para su enfermedad, o tan solo optar a distintos diagnósticos médicos, pero estaba agradecido que pudiera recibir un tratamiento. Mi mamá recibía atención medica en el hospital doctor Soltero del Río, así que me había formado una gran paciencia por el simple echo de acompañarla los martes y viernes a control médico. Si quieres formar paciencia puedes  tomar clases con los monjes tibetanos o usar la asistencia pública, bueno la segundo es a lo único podemos optar algunos.
Pensar me volvía un poco resentido, no me gustaba sentir envidia, pero ya esto me parecía que no era justo y cada día lo sentía más.
Un respiro profundo de 6 segundos para componerme que ya voy dando la vuelta para entrar a casa, mi mamá me esta esperando para poder ir armar el puesto al persa, creo que camine muy lento esta vez, tendré que bajar solo dos cuadras antes la próxima vez que me vuelva reflexivo.

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⏰ Last updated: Aug 11, 2016 ⏰

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