Abrir heridas viejas nunca resultó bueno para esta pareja, pero con Damon muerto, Elena deberá tomar decisiones importantes basadas en su pasado por su bienestar y el de el nuevo integrante de su pequeña y disfuncional familia.
Rosalie planea algo...
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ELENA
Abrí los ojos lentamente y una fuerte punzada lleno mi cabeza en cuanto estuve consciente de mi entorno. Mis piernas estaban entumidas y mis brazos se sentían pesados gracias a la mala posición en la que me había vencido el sueño en este estúpido sofá individual.
Estaba hecha bolita junto a la cama de Damon, había venido a visitarlo anoche después de pasar rápido a la habitación de Jackson, él aún no despertaba y para no concentrarme en la preocupación que eso me daba, había venido a cuidar de Damon. Ahora mismo el paciente de la habitación estaba profundamente dormido y sus ronquidos lo dejaban más que claro, me levante con cuidado de no hacer ruido y retire un par de mechones de cabello de su cara; a pesar de toda la porquería que Rosalie le hubiera metido durante todo el año que lo tuvo contra su voluntad, los golpes y malos tratos, Damon era muy fuerte y estaba teniendo una buena recuperación.
Aún se veía cansado y hasta algo débil, pero el rostro pálido, los temblores y las ojeras ya estaban disminuyendo bastante y eso alegraba mi corazón. Me dolía mucho verlo en el estado en el que llego, me daba coraje, impotencia y mucha sed de venganza.
—Elena...—Caroline entró en la habitación con cuidado y sin hacer mucho ruido, voltee a verla de inmediato y ella me esbozo media sonrisa—Jackson ha despertado, pero no deja que lo revisen; dice que tiene algo muy importante que decirte y que no permitirá que nadie lo toque hasta hablar contigo.
—Enseguida voy—Asintió y salió deprisa de la habitación, yo mire a Damon por unos segundos más y le di un beso en la frente antes de marcharme a la habitación de a lado en donde estaba Jackson. Apenas entre, me recibió la imagen de el peleando con dos enfermeras mientras se arrancaba las intravenosas—Jackson debes calmarte...—Mi voz lo detuvo de inmediato y casi se levanto de un brinco, su mirada parecía perdida y sus ojos estaban algo hundidos en las ojeras.
—¡Elena!¡Tienes que escucharme!—Su semblante cambio de agresivo a temeroso en un parpadeo, se escuchaba agotado, asustado y nervioso. Camine hasta la cama en donde lo sujetaban para que no se bajara, rodee sus hombros con mis brazos y aunque lo sentí algo tenso, sus temblores disminuyeron un poco.
—Tranquilo, todo esta bien, no hay porque exaltarse. Estás a salvo, Jackson, no hay nada que temer aquí—Comenzó a mecerse un poco, parecía haberse relajado hasta que de repente saltó de nuevo y me empujo de la cama. Mi trasero aterrizó con fuerza en el duro y frío suelo de la habitación, el se agacho junto a mi y sus ojos perdidos se hicieron más grandes y profundos.
Le inyectaron algo en al brazo y comenzó a relajar su cuerpo, sus ojos comenzaron a cerrarse, pero él parecía estar luchando como si ya le hubieran inyectado sedantes tantas veces que hubiese generado resistencia.
—Bonnie, ella le...le esta...ayudando...—Soltó entre balbuceos mientras trataba de mirarme y estirar su mano hacía mí. Mi corazón se acelero y me acerque más a él mientras lo recostaban en la cama de nuevo.
