°23°

9.1K 763 63
                                    

-Okay Camila es hora de que nos divertamos, dime que quieres hacer, puedes elegir lo que tú quieras con tal que te haga olvidar a Phoenix de tu pequeña cabecita,- dijo mi amiga Blanca subiendo la voz más de lo que debería.

*Sé que sus intenciones son buenas y que quiere que me divierta pero para comenzar no estaba muy segura de venir aquí hoy, y sigo sin estarlo, no quiero olvidarlo la verdad, estoy bien destrozándome voluntariamente, pero ella quiere que me divierta y la voy a complacer, voy hacer algo que he querido hacer hace semanas.*

-Bueno, sabes que quiero hacer? -Blanca me miro sorprendida por el hecho de aceptar hacer alguna de sus ideas.

-Que?

-Un tatuaje Blanca, un tatuaje de una Luna,- dije dándome camino hacia el local Tattoo que había al fondo del centro comercial, dejando a Blanca sorprendida.

-Oye Camila no camines tan deprisa, porque una Luna?
     
                   ****

-Cami, te arde o algo?,- al tatuarme nunca pensé que dolería tanto fueron como miles de cuchillas atravesando mi piel, pero valió la pena, la forma de una Luna quedo perfectamente grabada en el lado izquierdo de mi clavícula, permitiéndome tranquilamente ocultarla con mi camisa.

-No,-Mentí,- Estoy perfecta,-la verdad es que lo estaba, la luna había quedado hermosa y con eso me bastaba, no importaba el dolor.

-De Acuerdo me alegro que te guste pero me tengo que ir, recuerda que mi mama está enferma y no puedo dejarla mucho tiempo sola.

La mama de Blanca, Doña Mercedes, le habían detectado hace unas semanas Cáncer de MAMA, sé que Blanca quería cuidar de ella y pasar todo el tiempo posible con ella ya que solo era ella, su hermanita pequeña Victoria, y su mamá.

-No te preocupes, ve tranquila y mándales mi saludo a tu mama y a Victoria.

-De acuerdo, pero vas a estar bien sola? -sabia a lo que se refería pero no iba a tener uno de mis ataques de pánico solo por estar en un centro comercial

-Voy a estar bien, anda, ve tranquila.- Blanca se marchó pero no sin antes darme un beso en la mejilla.

-Bueno ahora estoy triste y sola,- murmurre para mis adentros.- Pero una chica triste y sola con mucha hambre,- dije agarrando camino al pequeño local donde venden un puré de papas para chuparse los dedos.

***

-Numero 34 su orden esta lista,-  sonó el aparato de la persona que me iba a entregar el pedido.

-Gracias.-dije tratando de equilibrar bien mis cosas para que nada se cayera.

Buscando una mesa libre para sentarme, mis ojos me fallaron y se toparon con dos personas apoyadas en la pared de el otro extremo de donde me ubicaba. Tal vez mis ojos me engañaban, tal ves , pero los que si me engañaron fueron mis pies al encaminarse donde ellos estaban abrazados y besándose.

Vaya "tutora" de matemáticas, comiéndose al estudiante.

Sin pensarlo dos veces mis manos se dirijieron hacia mi vaso con refresco y se lo lancé a Emily.

-PERO QUE HICISTE? - dijo Emily dándome una mirada que en serio me hizo arrepentirme de lo que hice, ella no era con la que me molestaba, era con el, con Phoenix que ni se había inmutado al verme tirarle el refresco a su "tutora".

Sin tan siquiera verme tomo de la manos a Emily y le dijo.-Vamonos Emily, te llevo a mi casa para que te quites esa ropa y tus padres no te vean así,- esas fueron las únicas palabras que salieron de su boca antes de marcharse con Emily a "su casa" Dios Mio ella iba a ir a su casa.

Un poco muy anonadada me volteé muy bruscamente y choque con un chico haciendo caer unos dibujos al suelo, pero como todo de mi es mala suerte, al agacharme a ayudarlo a recojerlos, se resbalo mi puré de papa manchando sus dibujos por completo.

-Oh Dios Mio, lo siento mucho, no me fije, lo siento,-me apresure al decir, el chico solo se levanto con sus dibujo manchados de puré  y dirijio su mirada hacia mi, OH SANTAS PAPAS miren su rostro, que chico, tenia unos impresionantes ojos café que parecían negros y un rostro tan bien formado que imaginaba hacia caer chicas a sus pies, pero igual no era tan guapo como lo era Phoenix con sus hermosos ojos grisáceos.

-Eh mira, enserio lo siento no fue mi intención hacer caer el pu...- el chico me paró antes que siguiera con mi diarrea verbal.

-No te preocupes, de todos modos los iba a botar,- DIOS MIO, su voz era aun mas hermosa.

-Si pero...

-No te preocupes,- y así el chico se marcho dejándome con las palabras en la boca.

Querido Chico Que Me Odia ©Where stories live. Discover now