Rosas Sin Espinas.

Uno

Me ha despertado el sonido del celular, un mensaje entrante de Pablo.
Hoy cumplimos un aniversario más de novios, el quinto para ser exacta, soy muy feliz a su lado.

Me ha dicho que me espera en nuestro restaurante favorito está noche.
No me sorprende que prepare una cena romántica, èl siempre ha siendo demasiado lindo.

He dejado pasar el día, sólo quería llegara la noche, escogí el mejor vestido, me arregle lo mejor posible, las citas con el siempre me son importantes.

Tome mi bolso y salí de casa, como ya es algo tarde tome un taxi para llegar a mi cita con Pablo.

Entro y comienzo a buscarlo entre la gente, miro que alguien se pone de pie, con una rosa en la mano, efectivamente, es mi novio.

Me acerco a èl y plantó un beso en sus labios.

- Te vez hermosa amor.- dice mientras camina a un lado para jalar la silla e invitar a sentarme.

Lo miro curiosa, pues no me ha dando la rosa.

- ¡Oh! Es para ti.- estira su mano hacia mi y me da la rosa.

Toma la rosa en mi manos, pero no me doy cuenta que está aún tiene espinas, y unas de ellas se insertan en mis dedos.

- ¡Ouch!.- deje caer la rosa en la mesa.

- Cariño, que tonto, olvide cortar las espinas.- dice y mira mis manos.

Toma una servilleta y limpia las gotas de sangre que salen de las pequeñas heridas.

- Tranquilo, todos cometemos errores.- dijo sin mirarlo a los ojos.

Èl toma mi rostro con una mano y lo guía a sus ojos.

- Yo no cometeria el mismo error dos veces contigo.- sonríe de igual forma que yo y me besa.

Se pone de pie y se aleja un poco de mi, puedo mirar que busca algo en sus bolsillos, pero no lo haya con facilidad.

Puedo mirar como saca una pequeña cajita color azul de su pantalón, y en ese instante se pone de rodillas.

Había esperado tanto este momento, era tan especial para mi.

Olvidó por un momento hasta lo que me había pasado, y me paro frente a èl, sonrió como una loca, sólo pero a que lo diga, ¡Que lo diga pronto!.

- Ximena García López, ¿Me harías el honor de ser mi esposa?

Mi corazón se acelera, ha dicho lu nombre acompañado de la pregunta que toda mujer quiere escuchar.

Las lagrimas no tardan en brotar por mis ojos, y rápidamente me lanzo a sus brazos, lo beso en los labios y le digo "si".

Aprieta fuerte mi cintura y me da dos vueltas, todos aplauden y sonríen en el restaurante.

Pone mis pies en el suelo y coloca el anillo en mi dedo plantandome después un beso en la mano, para terminar diciendo
"Te amo" mirándome a los ojos.