Gracias | Rivamika

Capítulo IV

• El concurso de pasteles 2/3

Ya habían pasado varios días de la conversación que tuvo la azabache con la castaña cuatro ojos, también de que ella se hubiera marchado y la hubieran dejado a cargo de Levi.

Armin: Ha tenido razón con lo de Levi -dijo sentándose junto a ella sobre el pasto verde -

Mikasa: Sí... -baja la mirada sin ningún pensamiento sobre su mente-

Armin: Mikasa... -busca con su mano la otra de su compañera para unirlas-

Mikasa: ¿Huh? -se fiba en sus manos y luego en su rubio amigo quien la veía con una sonrisa-

Armin: ¿Es verdad qué te has enamorado de él? -sonreía de oreja a oreja y luego desviaba la mirada hacia adelante, mirando el paisaje -

Mikasa: -mira el paisaje igual que su amigo apenada- Sí...

Armin: Bueno, tienes suerte de que te hayan dispuesto ser su ayudante.

Mikasa: Pero...

Armin: No te puedes enamorar de él -soltó rápidamente haciendo que la azabache se volteara sorprendida por su frase- Perdona, me refiero a que, si tienes que cuidar de él y ayudarlo pues... No metas al amor en esto, Mikasa -sonreía de nuevo-

Mikasa: Pues era lo que estaba pensando, tengo que reprimir mis sentimientos hacia él...

Armin: Puede que, en un pequeño futuro, tengas la oportunidad de estar con él... -suspiraba y sonreía de nuevo, para esta vez abrazar rápidamente a su amiga llevándose ésta una sorpresa-

Mikasa: -cierra los ojos, y hablando con la voz entrecortada- Yo lo quiero mucho, Armin... -recibía el abrazo más fuerte que antes - Yo lo amo... -y una lágrima caía por su pómulo -

Mikasa rompió el llanto en el hombro de su amigo, también siendo consentida por él porque, en el fondo es su mejor amigo y ama mucho a su pelinegra. Y sabía que en cualquier momento ella lloraría y él estaba siempre dispuesto a ser su hombro para llorar.

Armin: Lo bueno, es que ya no tienes que estar al tanto de Eren -se separaba de ella-

Mikasa: No, igual tengo que estarlo, pero si no lo estoy tú lo harás por mí, ¿si?

Armin: Sí, como tú quieras. -le secaba las mejillas mojadas por las lágrimas de antes-

Y ambos volvieron al cuartel después de unas horas, cada uno eligiendo su nuevo camino. Mikasa iría a servirle a Levi, mientras que el otro muchacho estaría siempre con Eren, aunque eso siempre lo hacía.

Mikasa olvidó sus sentimientos por su superior para no tener problemas más adelante, aunque ella sabía que probablemente en cualquier día ese sentimiento volvería, y eso que no lo tenía en cuenta que llegaría de nuevo el día en el que todo sabría a dulces, pasteles, y galletas para el concurso.

Mikasa: ¡Heichou! -se alejaba de él, riendo-

Levi: Quedáte quieta, mocosa -se acercaba sigilosamente a ella-

Mikasa: -se tocaba la espalda intentando buscar algo- No va a salir...

Levi: Espera...