Hielo y Fuego Que Brillan Con Su Propia Luz

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Agosto 21.

El sol bañaba con gran resplandor, las calles de Magnolia en Fiore, la joven y enamoradiza mujer de cabello azul paseaba por dichas calles permitiendo que los dorados rayos del sol cubrieran su abrigo color azul rey.

-Tengo que hacer algo para que Gray Sama me ame y pueda tomarme entre sus brazos-

Decía para sí misma Juvia, buscando alternativas para ganarse el amor de el joven de cabello negro. La chica con un aire de tristeza se sentó bajo un árbol con las piernas recogidas a medida que recordaba la sonrisa que le daba luz a sus días; entonces noto una presencia cerca de ella, una mujer anciana, con el cabello color cenizo que caía por su espalda encorvada, que lucía un abrigo de piel color marrón.

-Pero que linda muchachita, ese semblante... de seguro tienes un gran amor el cual no es correspondido- recito la anciana situándose junto a ella.

Juvia le miró sin poder evitar que unas ligeras lágrimas recubrieran su mirada.

-Si tan solo Gray Sama me notara- respondió la joven abrazándose a sí misma y fijando su mirada en el horizonte.

Al escuchar las palabras de la joven, la mujer de avanzada edad, de un bolsillo interno de su abrigo sacó un pequeño recipiente de cristal en forma de corazón con un líquido color rosa en su interior, y se lo enseñó a la chica. La joven al percibir sus intenciones abrió los ojos como platos y palideció un poco.

-N No!, No caeré en eso de nuevo, ya me ocurrió antes y bien me costó una gran cantidad de jéwels... Para sólo causar problemas en el gremio~- dijo Juvia con desaliento.

-Yo no te he pedido nada muchachita, es solo un obsequio para alguien de gran corazón como tú- respondió la anciana, poniendo el pequeño frasco entre las manos de Juvia. - Solo daselo entre su bebida y transcurridas un par de horas verás como su amor por ti será desbordante-

Juvia se quedó observando el recipiente detenidamente.

-Después de todo, que puedo perder? - Pensó la joven, para luego levantar la mirada hacia la anciana que extrañamente había desaparecido del lugar.

Sin pensar en más que la idea de su amado Gray declarandole su amor, Juvia se apresuró para llegar a Fairy Tail. Se detuvo frente al gremio para guardar el pequeño frasco entre los bolsillos de su abrigo, entró al edificio y analizó el ambiente con la mirada; Gajell comiendo hierro, Kana bebiendo del barril, Levi platicando con Lucy sobre libros, Natsu y Happy comiendo un gran pez, Erza viendo el tablero de misiones de rango S... Y de pronto su amado Gray, luciendo el torso desnudo a la par que bebía una cerveza; Juvia se apresuró por llegar hasta la barra del gremio para ser atendida por Mirajane.

-Valla que luces ansiosa hoy Juvia, que deseas tomar?- dijo la mujer de cabello blanco apoyando los codos sobre la barra con una gran y gentil sonrisa.

-Y Yo? Para nada~ ... Una cerveza para Gray Sama, por favor- respondió Juvia con una sonrisa para ocultar su nerviosismo.

-Gray Sama, eh?- sonrió Mira, mientras tomaba un vaso entre sus manos, -Enseguida! -. Exclamó y llenó el vaso con la bebida, el cual entregó a Juvia, con amabilidad.

-M Muchas gracias- respondió Juvia llena de dicha.

La chica aprovechó la distracción de Mira en el momento que esta se fue a atender las demandas de Laxus, y al ver que nadie más le observaba, tomó el pequeño frasco de su abrigo y virtio su contenido entre la cerveza. Tan rápido como le fue posible se acercó a la mesa en donde se encontraba su amado y pozo la cerveza sobre dicha mesa de madera.

Iceberg Flamante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora