Hayes Grier ~ hot

6K 186 0
                                    

Dedicado a: @megustaleer2000

Nash había hecho una fiesta en casa aprovechando de que nuestros padres se habían ido y con ellos Sky. 

- Hayes, te buscan.- me gritó al otro lado de la puerta de mi cuarto. 

Me paré de un salto y abrí la puesta mirándolo con una ceja levantada.- ¿Quién?

- Alexandra. No quiso pasar, pero está afuera.- me sonrió y empezó a caminar por el pasillo para después bajar. Fruncí mi ceño, hace semanas que no hablaba con ella. 

- Hola.- la saludé cuando estuve a solo unos pasos de ella. 

- Buena fiesta, ¿eh?- me miró con picardía. 

- Ya sabes que Nash nunca deja pasar una oportunidad. 

- Y tú encantado, te gusta sentirte como un chico grande.

- La verdad hoy no, hay examen de biología mañana ¿lo olvidaste?

- Puedo ayudarte a estudiar si quieres...- desvió su mirada. 

- Hay mucho ruido, deberíamos ir a otra parte a estudiar.- miré hacia dentro y cuando voltee hacia ella, ya estaba sonriendo. 

- Para nada, va a ser mejor así, vamos.- tomó mi mano y me arrastró adentro de mi propia casa. 

Cuando llegamos a mi cuarto se aseguró de cerrar la puerta con seguro y rápidamente se deshizo de su blusa. 

- Alex... ¿qué estás haciendo?- tragué duro. 

No iba a mentir, desde hace mucho deseaba estar así con ella. Había soñado cientos de noches con este momento pero jamás creí que ella quisiera y muchísimo menos que ella fuera a ser quien diera el primer paso. 

Antes de responder se sentó en mi regazo y empezó a hacer fricción entre nuestros sexos sacándome un muy pequeño gemido.- No me rechaces, Hayes, no me digas que no quieres.- pidió con sus labios rozando los míos sin dejar de verme a los ojos. 

Me lancé a sus labios para dar pie a un beso desesperado, llevé mis manos a sus senos y los masaje por varios minutos hasta que el calor de mi cuerpo me asfixió. Me separé de ella para quitarme la camisa y después la acosté sobre la cama sin ser brusco poniéndome encima suya. 

Llevé mi mano a su parte baja después de ambos quedar totalmente desnudos causando que maldiciera en gritos, cuando estuvo lo suficientemente preparada para mí la penetré. 

- Oh, Hayes.- gimió. 

One Shoots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora