Capitulo 4

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Tomé mi celular y empecé a buscar alguna aplicación con la que jugar mientras sentía la mirada de los tres sobre mí, pero más la de Oliver.

En mi bolsa había traído unas papas fritas, así que mientras juagaba me las comía, aunque eso hizo que ensuciara mi celular, luego de un rato, me aburrí.

Suspire apagando la pantalla de mi celular, volteando hacia el lado derecho donde estaba Oliver.

—¿Por qué haces eso? —Le pregunte ya un poco molesta.

—¿Ha-hacer que...? — Pregunto tartamudeando y con las mejillas sonrojadas.

—Quedarte viéndome y luego taparte con la sabana — Señale su posición.

—Porque nunca ha tenido una chica tan cerca— Hablo Cameron.

—E-eso no es c-cierto — Dice Oliver con el ceño fruncido.

—Entonces deja de tartamudear— Dijo Taylor con irritación.

—S-si — Susurra bajando la mirada.

—Ustedes dos parecen llevarse bien — Dije refiriéndome a Oliver y Taylor.

—Son gemelos— Dijo Cameron con burla.

—Imposible— Fruncí el ceño mirándolos. No se parecen en nada.

—Sí, yo tampoco me lo creí— Se encogió de hombros

—Pero él es rubio y él pelinegro— Los señale.

—Somos mellizos, no gemelos.

—Eso no explica nada— Murmure alterada — Deben parecerse, aunque sea un poco.

La puerta siendo abierta llamo mi atención haciendo que volteara encontrándome con un chico pelirrojo con una bolsa en cada mano llena de dulces.

—¿Eh? — Ladeo la cabeza al verme— ¿Compraron una muñeca inflable?

—Cierra la boca— Dijo Cameron tratando de contener la risa. Bufe.

—Que molestos son —Dije rodando los ojos.

—¿Son de esas que hablan? Nunca había visto una, ¿la compraste tu Cameron? — Dice el pelirrojo acercándose.

Cameron empezó a reír seguido de Taylor.

—O-oigan, no es gracioso— Voltee hacia Oliver quien solo los miraba con el ceño fruncido

—¿De qué ríen? — Dijo una voz desconocida.

—Mira, compraron una muñeca inflable— Me señalo el pelirrojo. A este punto ya creía que ese pelirrojo sería el más molesto.

El chico que recién llego poso sus ojos en mí y sonrió nerviosamente.

—No deberías decir esas cosas, Luca —Dice murmurando para el pelirrojo, pero logre escucharlo.

—Sí, sí. Lo siento — Dijo caminando hacia su cama. Tiro todos sus dulces en la cama, luego tomo uno y me lo extendió.

—Mi nombre es Luca, ¿Cuál es el tuyo? — Tome el dulce y lo puse sobre mi regazo.

—Eider — Me limite a responder.

—Mucho gusto, Eider— Volteo hacia su cama.

—Mi nombre es Brais, es un placer —Dice el otro chico.

—Igual.

Brais cerró la puerta y camino hacia su cama que estaba al lado de la mía.

Estábamos puestos de esta forma:

Oliver el camarote derecho con Taylor abajo. Cameron abajo y yo arriba en el camarote del centro. Luca abajo y Brais arriba en el camarote izquierdo.

Después de las presentaciones cada uno se centró en lo suyo como si ninguno existiera.

Abrí el dulce que Luca me había dado, sabia rico.

(...)

Fui la primera al despertar por lo que tomé mi ropa interior y el uniforme para entrar en el baño.

Luego de darme una ducha me seque con la toalla. Tome mi sostén y trate de ponérmelo con el broche atrás, normalmente lo giro para que sea más fácil, pero me da pereza. Cuando al fin logre abrocharlo sonreí, tome mis bragas y me las puse. Cogí la camisa dispuesta a ponérmela, hasta que el ruido de la puerta me sorprendió.

Volteé y encontré a Oliver con las mejillas sonrojadas y su cabello tapando sus ojos.

—¡L-lo siento! — Grito cerrando la puerta.

Bien, tal vez estoy empezando a enamorarme de Oliver.

Negando con la cabeza terminé de ponerme mi uniforme, abrí la puerta y salí.

—U-ustedes dijeron que ella no estaba en el baño— Escuche decir a Oliver, con preocupación en su voz..

—¿Por qué decidiste creernos? — Pregunto Cameron con Burla.

—Déjenlo tranquilo— Dijo la serena voz de Brais.

—Déjenlo tranquilo— Repitió Taylor con burla a lo que Brais suspiro.

—Oliver— Lo llame, haciendo que todos voltearan hacia mí— Cuando quieras verme en ropa interior, solo dilo.

—¡S-si!— Grito nerviosamente

Los chicos me miraron con desilusión, posiblemente esperaban que le gritara. Sin darle importancia tomé mi bolso y salí del cuarto.

Empecé a caminar al edificio donde se dan las clases, pero antes pasé por la oficina de mi tío.

Nah, en realidad pase a ver a su lindo secretario.

—Hola, James. — Le dije regalándole mi mejor sonrisa

—Buenos días, Eider— Me saludo regalándome una sonrisa— ¿Qué haces aquí?

—Ah, es que vine por mi horario —Dije rápidamente, sorprendiendo de que pude inventar algo. Aunque no era mentira, realmente quería mi horario.

—Claro, tal vez no lo sepas, pero aquí no se sale del salón, los profesores van las aulas. Solo si es receso o salida —Dijo buscando en unos archivos

—Entiendo.

—Bien— tomo un papel y me lo dio.

—Gracias— Me despedí de él y fui a buscar mi salón.

Luego de caminar un rato con las miradas de todos sobre mí, lo encontré.

12-A, Es el salón donde están los estudiantes con mejores notas, luego sigue el B y C.

Aunque bueno, era obvio que estaría en el A.

Es hora de empezar mi vida como la única estudiante mujer.

Internado De HombresOnde histórias criam vida. Descubra agora