La hija de Voldemort / Tom Riddle

capítulo 10 Charla con Dumbledore

PERDÓN SI EL CAPITULO ES MUY CORTO MIL DISCULPAS, ESPERO QUE DISFRUTEN EL CAPITULO, CUALQUIER SUGERENCIA, PREGUNTA LO QUE SEA SON BIENVENIDAS, POR FAVOR VOTEN PARA QUE LA HISTORIA PUEDA CONTINUAR. SALUDOS Y MIL GRACIAS DE ANTEMANO. LOS QUIERO.

Finalmente era fin de semana e iba saliendo de mi última clase cuando camino a mi sala común vi a el profesor dumbledore afuera de la sala, lo cual se me hizo raro.

- Profesor, buenas noches -. Dije deteniendome. - ¿Hay algo en lo que pueda ayudarlo?
- El me sonrió ampliamente. - En realidad si...- Hace una breve pausa. - Te estaba esperando. Dijo esto último sorprendiendome.
- ¿A mi? ¿Acaso hice algo que no debía?- Dije rápidamente pensando en lo de Potter.
- Todo lo contrario, sólo quiero tener un pequeña charla, ¿ viene ?
- Claro, la cena puede esperar. Dije no muy segura.
Caminamos hasta su despacho, luego de mencionar la contraseña cuando llegamos a su despacho, era enorme con muchos cuadros como los de las escaleras había unos estantes con libros mis ojos trataban de examinar todo rápidamente todo lo que veían sin olvidarse de ningún pequeñísimo detalle.

- Señorita Katherine, tome asiento-. Dijo el profesor Dumbledore acto seguido sentandome en una silla que se encontraba enfrente de su escritorio. 

- Debe de estarse preguntando porque la he llamado, ¿cierto?-. Dijo comiendo un extraño dulce para luego esperar mi respuesta. - Para serle sincera, me ha sorprendido un poco.

- Si lo he notado, pero no se alarme señorita Katherine, solo quería hablar un poco de su madre. Dijo sorprendiendome aún más. - Oh, mi madre... si creo que ella anda por ahí-. Dije restando importancia a ese comentario. - No hablaba de Marie, hablaba de Rosalie. Rapidamente abri mis ojos como dos faroles, que estaba diciendo este hombre.

- No entiendo de qué está hablando, ¿cómo sabe usted eso?

- Bueno, ser yo tiene sus ventajas. Dijo el hombre barbón. - Lo se todo señorita Katherine, se por lo que esta pasando y quiero ayudarla.

Que se supone que debo hacer, fue lo que rondó por mi cabeza, debería pedirle ayuda, o arreglármelas yo sola, ¿mi padre se enteraría? 

- Veo que esto la ha dejado perpleja. Dijo con total tranquilidad. - No se -. Fue lo único que pude emitir de mi boca.

- Sabe que si el se entera, va a matarla, a Marie, a mi primo, así como ya lo hizo con Charles, mi padre. Dije tratando de no romper en llanto. - Lo se, yo te puedo ayudar -. Se ofreció el profesor. -¿ Entonces usted me va ayudar a regresar a mi madre de la muerte?-. Solté incrédula, el abrió un pocos los ojos como si no creyera lo que escuchaba. 

- ¿Eso te prometió?-. Dijo haciendo una breve pausa analizando lo que acababa de decir. - Sabe señorita Katherine que es imposible traer a alguien de la muerte -. Dijo más como una afirmación, unas pequeñas lagrimas se asomaban y amenazaban con salir de mis ojos. - Lo se, se que es imposible, pero tengo la esperanza de que el pueda hacerlo, y no importa si eso implica ser su prisionera y hacer lo que dice. 

- ¿Confias en mi?. Dijo Dumbledore de repente haciéndome dudar un segundo. - No lo se profesor, ¿como es ella?- Dije de repente. - ¿Usted la conoció? 

- Si, tuve el placer de enseñarle, era una chica extraordinaria, de hecho ella llegó aquí a cursar su quinto año como tu, leal a la casa de Slytherin, una bruja poderosa con ganas de ser siempre la mejor-. Dijo mirando a la nada como si tomara los recuerdos del aire. - Excelente chica-. Dijo para el mismo-. Lastima que halla tomado decisiones equivocadas. 

- Yo no quiero -. Solté inconscientemente. - Yo no quiero ser asi, quiero ser normal otra vez, quiero mi vida de vuelta, ayudeme, por favor-. Dije desesperadamente, yo quería ir a la universidad, conocer el mundo vivir mi vida sin ser regida por alguien, deseaba mi libertad, Dumbledore parecía sincero en querer ayudarme. - Te ayudare Katherine-. Dijo Dumbledore sonriendo. 

- De hecho mañana quiero que vengas al amanecer, iremos con  alguien que puede contarte mejor sobre tu madre que yo. 

- Pero profesor siempre soy vigilada, me será imposible desaparecer por una hora sin que le sea informado a el-.Dije pensando el todos los halcones que tenía en Hogwarts. - Son detalles no te preocupes yo lo arreglare-. Dijo agregando. - Deberías ir a cenar al gran comedor antes de que sea muy tarde. 

- Si profesor buena noche. Dije asintiendo. 

- Lo olvidaba... una cosa más... -. Dijo haciéndome detenerme en la puerta. - Nadie puede saber de esto, tus amigos no son confiables -.  Yo solo asenti saliendo hecha polvo hacia el gran comedor para el tiempo que habia llegado encontre a todos llendo hacia sus salas comunes, por lo cual me resigne a regresar a mi sala común, cuando llegue a las mazmorras, vi a un Draco preocupado.

- ¿ Me puedes explicar dónde estabas? Dijo Draco pegándome un susto al entrar a la sala común  acto seguido me lleve la mano al pecho. - ¿disculpa? Me has pegado un susto Malfoy. Dije exaltada. - Además no te debo explicaciones. 

- Estás loca, me van a matar por tu culpa, solo para tu información. Dijo esto provocando que la vena que se colocaba en su frente se exaltara. - Sabes que tengo ordenes especificas de no perderte de vista. Dijo tomándome del brazo. - Ven vamos a la esquina ahí nadie nos puede escuchar. Dijo eso último refiriéndose a Nott que estaba intentando espiar la conversación. - El nos dijo que si desaparecias más de una hora teníamos que notificarlo, así que si hubieras llegado hace dos minutos tal vez  este desastre que has acabado de provocar, no hubiera pasado. 

- Oh.. Malfoy ¿qué has hecho? Dije llevándome la mano a la frente. - Le mande una carta a mi padre, de seguro ya la recibió, pense que habias escapado, imaginate lo que le hubieran hecho a mi familia. 

- Pero... somos amigos, jamas te haria eso, no escaparía poniéndote en peligro mucho menos a tu familia. Dije perdiendo la esperanza de un fin de semana tranquilo.

- Bueno solo hay que esperar una respuesta, volveré a mandar una carta diciendo que te habías quedado dormida en la biblioteca o no se que te quedaste a hacer la tarea.

- Sí eso sería una fantástica idea Malfoy. Solté resignada recargandome en la chimenea.

Paso una media hora desde que Malfoy habia mandado la segunda carta, los dos esperábamos ansiosos por la respuesta, ya me habia resignado a un castigo lo que me hacia pensar como le haria mañana para poder evadir a Malfoy y de quien también sospechaba que era un espía Nott, y quien sabe quien mas.

Así fue pasando el tiempo hasta que  ya nadie quedaba en la sala común excepto Malfoy y yo, los dos leíamos un libro para contener los nervios cuando entro el profesor Snape con su rostro inexpresivo.

- Tu, Katherine, ven conmigo -. Dijo sabiendo exactamente el significado. - Tu Malfoy, ve a tu cama, ahora. 

Seguí al profesor por los pasillos hasta llegar a su despacho alegrada porque Malfoy no recibiera parte del castigo, estaba segura de que el no aguantaria ningún crucio de mi padre. Pero luego estaba yo que me pasaría ahora.