La Bella y La Bestia (Jeff The Killer) [TERMINADA]

Epilogo

Epilogo de La Bella y La Bestia

Dos meses después...

Dos meses habían pasado. Dos meses desde que su amada estaba en coma por su culpa. Dos meses desde que Emily no abría los ojos. Dos meses en que Jeff no se movía de su lado, excepto cuando venía alguien, en esos momentos él se escondía, pero no se iba. Jamás dejaría sola a Emily. La amaba demasiado. La lastimo demasiado. La muñeca de porcelana se había roto. Quebró las alas de frágil mariposa. Arranco los pétalos de la dulce rosa. En esos dos meses su amada no había vuelto a abrir los ojos. Él la extrañaba con toda su alma. Extrañaba su dulce y radiante sonrisa. Extrañaba sus labios. Extrañaba todo de aquella pequeña y frágil chica. Extrañaba la felicidad que él le arrebato. Extrañaba la sonrisa que él borro. Y extrañaba la mirada que él dejo oculta tras los parpados de la chica.

Estos dos meses habían sido una completa tortura para el chico de la sonrisa. Deseaba con todas sus fuerzas que Emily despertara y le regalara una de esas sonrisas suyas, tan dulces. O que simplemente le mirara como hacia siempre, con amor y ternura. Ella era lo mejor que le había pasado. Había sido la luz que no supo valorar. Había sido el calor que había derretido el hielo de su corazón. Ella había hecho que su corazón marchito volviera a latir. Se arrepentía tanto de haberla lastimado.

Emily esta acostada en una cama de hospital, rodeada de máquinas y cables conectados a ella. Después de tanto, ella ha quedado en coma, Jeff arrepentido de todo lo que le hizo está a su lado, sosteniendo su mano.

"Espero que al menos mi historia no quede solo en la memoria, y trace una nueva trayectoria. Que no se repita jamás este cuento"

-Por favor, Emily, lo siento tanto. Por favor, perdóname. No me dejes, no quería hacerte daño, nunca quise lastimarte, pero no pude evitarlo. Solo provoco dolor, solo provoco sufrimiento, pero esta vez lo provoque en alguien a quien amaba. No sirvo para amar, no sirvo para tener a alguien al lado. Te amo, Emily y mira lo que te hice- Lagrimas silenciosas caen por sus mejillas cortadas- Emily...lo siento, nunca quise arruinar tu vida, nunca quise destruirte...-Los sollozos son inevitables- Por favor, perdóname, te lo ruego, princesa... ¿Recuerdas? Te gustaba que te llamara princesa. Decías que era un apodo muy tierno- Una sonrisa triste aparece en sus labios- No quería dañarte, nunca te haría daño, te lo prometí, sin embargo no pude cumplir mi promesa. No estoy hecho para enamorarme. No puedo decir otra cosa, además de rogarte mil veces que me perdones, suplicarte mil veces que no te vayas. Te amo, Emily...por favor, no me dejes, no quiero quedarme solo, no quiero estar sin ti, princesa.- Dijo bajando la mirada.

El medidor cardíaco empieza a hacer un sonido como de un "piiiiiiiiii" largo. Haciendo que Jeff levante la cabeza y mire el medidor, luego vuelve su mirada a Emily.

La pequeña llama se había apagado con un soplido del aire.

"Este cuento no es eterno, debo ponerle un fin, ser más fuerte que esa bestia. Quiero salir, quiero vivir"

-No...¡No! ¡NO! ¡Por favor, Emily, no te vayas, no me dejes!- Suplico sollozando junto al cuerpo inerte de lo una vez fue la mujer que amo.

El alma de Emily estaba junto a él, pero Jeff no lo sabía, hasta que ella le toco el hombro, haciéndolo voltear.

-No fue tu culpa, te amo Jeff, no olvides quien eres por mi culpa- Susurro en el oído del joven.

Poso un suave beso en su mejilla, apenas un contacto y se esfumo como el aire. Jeff se quedó ahí paralizado, pero cuando reacciono lo único que pudo hacer fue hundir su cabeza entre sus piernas y llorar por haber lastimado tanto a alguien a quien amaba. Una enfermera llego alarmada por el sonido del medidor cardíaco.

"Sé más fuerte que esa Bestia, debes salir, vuelve a vivir"

-¡¿Pero quién es usted?!- Exclama horrorizada al ver el rostro de Jeff, quien había volteado hacia la enfermera en cuanto la puerta se abrió de un portazo.

Jeff sintió algo raro, como de un jalón, se recordó a si mismo lo que Emily le había dicho momentos antes "No olvides quien eres por mi culpa". Jeff comenzó a reír, pero no era una risa normal, era una risa completamente psicópata. Él había vuelto, Jeff the Killer había vuelto y con sed de sangre.

"La Bella y la Bestia"

-¡¿Quién soy?! ¡¿Quién soy?! ¡Soy Jeff the Killer, primor!- Río psicópata mientras se acercaba a paso lento hacia la enfermera quien estaba paralizada del miedo.

¿Emily? ¿Quién era ella? Jeff ya la había olvidado, o al menos eso quería hacerse creer. Jeff the Killer no estaba hecho para el amor. Él era un asesino frió y psicótico, nada más. Con su cuchillo en mano se abalanzo sobre la enfermera que gritaba desesperada, clavando su cuchillo una y otra vez en el pecho de la mujer, hasta que dejo de moverse. El brillo de lo que llaman vida abandono sus ojos, la sangre fue abandonando su cuerpo desangrándola, su corazón paró de latir. Este era Jeff the Killer, robando almas, haciéndolas suyas. Robando vidas y acabando con ellas. Saciando su sed de sangre.

Un médico corrió hacia el lugar de la escena, atraído por los anteriores gritos de la enfermera, ahora, muerta. Al ver a Jeff riendo psicótico y aun sobre el cadáver con el cuchillo en mano, se llenó de temor, gritó. Grave error. Jeff volteo hacia él con su sonrisa psicópata y se abalanzo también sobre él, diciendo su típica frase:

-Go to Sleep...- Dijo para después apuñalarlo repetidas veces.

"Sé más fuerte, camina hacia adelante, no te rindas, no te quedes en silencio..."

Así continuo, masacrando a todo el hospital, tanto pacientes como el personal. Todo por ella, todo por Emily. Ella le dijo que no olvide quien era, él lo tenía claro, él era Jeff the Killer, ella le dijo que lo amaba siendo un asesino, él asesinó a todos por ella, los asesinó porque si Emily no estaba con él, no le interesaba la vida de los demás.

Jeff the Killer, frío, psicótico, impulsivo, egocéntrico y bipolar. Él había vuelto y esta vez para quedarse...

FIN, Rose Anderson.

Las amo y se quedaran siempre en mi corazon, gracias, miles de gracias lectoras mias.