capitulo 4.

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  Y como se los contaba, mi propósito con este relato es simple y todo comienza en este punto... donde jamás hubiese pensado que las cosas se darían de aquella forma... menos con aquel individuo...
Mientras pensaba más y más en la idea... una manzana se estrello contra mi cabeza...
- Auch! – chillé con mi mano en el chichón que había recibido
- Ah! Manzana mala! – escuche una extraña y gruesa pero a la vez fresca voz – estas bien?
- Acabas de lanzarme tu manzana... a la cabeza – repetí los hechos – y ahora la regañas?
- Emmm si – contesto dándole una mordida a la fruta
- Que pasa por tu cabeza?! – reclame irritada y poniéndome de pie, la idea de que ahora la agresión fuese física me convencía más en...
- Quería hablarte... me gustas un montón – dijo sonriendo
Mis ojos estaban tan abiertos como platos... él acababa de decir lo que escuche? No pude evitar ruborizarme... aunque seguramente las cosas estaban siendo malinterpretadas...
- Como dices? – susurre sin voltear a verlo
- Que quería hablarte, es que me gustas... - dijo sin inmutarse
- Es broma cierto? – me reí sin poder creer hasta donde podían llegar sus burlas
- Para nada – lo escuche decir con la boca llena
- Quien eres? – voltee aun irritada por sus palabras dichas tan a la ligera
- Ah? Yo? Bueno... mi nombre es Maru... hola – se paro frente a mi y me estrecho la mano con una gran sonrisa
- Deja eso... - me aparte – quien sea que te haya enviado... dile que ya fue suficiente! Que ya no molesten... - me di la espalda y corrí al salón de clases, la campana de entrada sonó enseguida
No deje de pensar en aquel estúpido sujeto... lo conocía de algún lado... seguro! Claro...
*-*-*-*
Era 2° año de secundaria... entonces yo hablaba con mucha gente, no mucha pero si comparada con mi estado social actual.
- Oye! Akane-chan! Ya viste? – decía Jenny una amiga
- Que cosa? – levante la vista y había un chico entrando al salón
- Maruzono... nombre raro no? Jajaja – se burlaba una tercera chica que almorzaba con nosotras – acaba de llegar
- A medio curso? – pregunte
- Pues si... es tan apuesto! Me pregunto si tendrá novia!
Era exactamente igual... cabello negro y alborotado, gesto serio y misterioso... definitivamente era él... se hizo el mas popular de la escuela y al entrar a la preparatoria su fama aumento... deje de prestar atención poco antes de entrar a segundo semestre... ya no sabía nada de él... apuesto que era una de sus tácticas para burlarse de mí y parecer mas genial con los otros... claro... todos son iguales...
Salí de clases a la misma hora de siempre... tarde. Siempre esperaba a que todos salieran para poder caminar en paz... los pasillos estaban vacios y solo escuchaba el eco de mis pasos y mis oscuros pensamientos que gritaban "hoy! Es él día... hazlo hoy" daba miedo, aunque no debía arrepentirme... mis pasos eran más lentos de lo normal...
- Miedo? – susurre para mi
Lo era, pero era normal o no? A cualquiera le causa miedo morir... aunque no se porque, después de eso ya todo es paz... o me equivoco?
- Vas muy lento! No quieres ir a casa? – me asuste
- De nuevo tu... - dije irritada apresurando mi paso
- Si no quieres ir a casa, puedes acompañarme! – dijo caminando a mi lado
Llevaba el uniforme de forma desaliñada, el pantalón negro le quedaba bien lo admito... y la camisa blanca algo desarreglada con la corbata floja y un suéter azul... su cabello estaba alborotado y sus ojos verdes miraban el cielo... la poca luz que había y el color naranja-violeta que reinaba entre las nubes...
- Escucha... cuanto te han pagado? Puedo darte más... solo déjame en paz – dije cansada
- Nadie me ha pagado nada Akane – lo hizo... me llamo por mi nombre... hace tiempo que nadie lo hacía – en serio me gustas... y quiero hablarte
- Con que fin? No me interesa conseguir novio – dije fingiendo que le creía
- No con ese fin... - me miro unos segundos a los ojos y luego sonrió –quiero tener amigos...
Sus palabras eran tan estúpidas como él... pero por alguna razón su mirada y su sonrisa me invitaban a creerle, ese era un riesgo que no quería correr... mi vida no duraría tanto como para tener amigos... mi vida no pasaría de esa noche...
- Me acompañaras? – repitió
- A donde?
- Por ahí – metió sus manos en los bolsillos y miro hacía arriba... su perfil era muy bonito
- Una caminata antes de morir – susurre solo para mi – supongo que no haría mal... esta bien – le dije
- Vamos
Caminamos hasta un parque cercano, él era mas alto que yo... medía al menos 1.90m y yo quede estancada en 1.65m... nuestros pasos no se coordinaban y nuestras sombras eran muy diferentes... aun así seguíamos el mismo camino...
- Hace algo de frío... - dije – debo ir a casa ya
- Toma – me coloco su suéter azul
- Que haces? – susurre
- Tienes frío... ah! Que lindo – se hinco para acariciar un gato callejero que pasaba por entre sus pies – te gustan los gatos?
- No – conteste sin pensarlo, la verdad jamás había tenido uno
- Es una lastima... son animales muy graciosos – jugueteo un rato con él
- Maru... debo irme – dije algo apenada, me gustaba ese momento...
- En serio? Quieres que te acompañe? – dejo al gatito y se levanto. Mirándome con tranquilidad
- Para nada, no esta lejos mi casa – camine lento hacia atrás
- Bueno... adiós Akane – se despidió
Y de golpe el miedo me inundo de nuevo... el ultimo con quien estaría antes de morir se había despedido... ese sería mi ultimo recuerdo... ya no más y aunque tuviese miedo la decisión ya estaba tomada...
Respire hondo y di un paso firme
- Oye! –gritó a lo lejos
- Maru? –susurre volteando hacía atrás... mi corazón latía rápido... porque?
- mañana debes devolverlo esta bien? Estaría muy triste si ya no lo hicieras - sonrió y sin dejarme hablar, se fue
- He?... – lo mire confundida alejarse
Como era posible? Como decía eso? Mañana ya no existía para mi... pero... ese sentimiento de miedo desapareció... a caso yo quería eso? Que me diese una razón para volver mañana? Tantas ideas en tan poco tiempo...
Camine hasta casa y seguía vacía... aun llevaba puesta la prenda... fui hasta el estudio de papá y en su escritorio, en el primer cajón ahí estaba el arma... la tome y mire por un momento el orificio por donde la bala sale...
Mi vista se desvió hasta el espejo que había en la pared... me vi ahí expuesta y con el suéter encima... su sonrisa me vino a la cabeza y sus palabras "mañana debes devolverlo esta bien? Estaría muy triste si ya no lo hicieras". Lo dijo... como si supiese que necesitaba razones, excusas para tener un mañana... y aunque no lo sabía... me las dio
- Supongo que debo devolverlo... - sonreí para mis adentros – mañana será el día... - guarde el arma tal y como estaba y fui a mi habitación
Ese chico caprichoso e idiota, aunque me duela admitirlo, salvo mi vida esa noche... aunque mi idea de acabar con ella aun no desaparecía de mi mente... solo estaba siendo pospuesta... 

Antes de decir Adiós...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora