La Primera Vez (O.S) Bon x Bonnie #FNAFHS

Capítulo Único

La extensa calle se encontraba sin iluminación, cada vez que pasaban por aquel lugar subían las ventanillas para sentirse seguros de las "ratas", y no se referían precisamente a esas criaturas de cola larga y enormes orejas.

Generalmente despreciaban a gente que no fuera como ellos, es decir, que no fueran niños ricos y mimados.

-¿Nervioso?-preguntó la dulce Bonbón, acercándose más a su acompañante en el asiento de la limusina para entrelazar su delicado brazo con el de su hermano para sentirse segura-porque yo si.

-Estoy bien, las nuevas experiencias no me intimidan-respondió Bon, el mayor de los dos hermanos, frotando sus ojos suavemente intentando aguantar el sueño.

Eran alrededor de las once de la noche cuando iban a su primera junta con las "importantes" amigas de su madre, estaban muy bien vestidos.

Se aseguraron de que sus atuendos fueran refinados, al ser de clase alta debían aparentar ser elegantes y actuar con gracia. Pues los modales eran algo importante para Betty, la madre de estos dos adolescentes.

-Tranquila, hermana. Esas deleznables personas no pueden hacernos daño, estamos seguros aquí dentro-dijo mientras cariñosamente besaba su frente, él sabía perfectamente que no debía acercarse a personas que no se vieran de buen gusto.

Mucho menos dejar que su querida hermana estuviera a menos de un metro de distancia.

La risueña Bonbón solo le dio un suave codazo a su hermano en señal de que le disgustaba que tratara así a la gente.

-Hemos llegado-señaló el chofer intentando siempre sonar respetuoso, pues con cualquier cosa que no le pareciera correcta a la familia podría perder su trabajo.

El padre de los dos hermanos se apresuró en bajar y abrirle la puerta a su bella esposa, mientras que un sirviente ayudaba a salir de la limusina a los jóvenes.

Se aproximaron a entrar a la gran mansión de las amigas de su madre, no sin antes ser recibidos por un elegante mayordomo, con un apretón de manos para Bon y un leve beso en la mano de Bonbón.

El hogar era la propiedad de una mujer que la heredó cuando sus progenitores fallecieron.

Realizaba cenas con sus más cercanas amigas, intentando que su hija, Shia, estableciera una relación con alguno de los hijos de estas, pues sólo podían estar con alguien de su misma clase social.

Lamentablemente para ella, el chico de cabello azulado era homosexual, pero eso no impedía que fueran buenos amigos.

La cena fue normal y con las típicas charlas, el miedo de los chicos de ojos verdes poco a poco fue desapareciendo, pues parecía que a la dueña de la mansión le agradaban los jóvenes.

El ambiente cambió cuando un estruendoso ruido que al parecer era de vidrio quebrándose proveniente de la cocina llamó la atención de todos los presentes.

Todos murmuraban hasta que con el sonido de una copa se pidió silencio y la madre de Bon tomó la palabra.

-Calmados, revisaremos qué pasó, sigan disfrutando de la cena-la mujer se aproximó a los hermanos para hablarles en privado-hijos, vayan a verificar que todo esté bien, ustedes son más jóvenes, en caso de que sea algo grave avísenme.

Asintieron y se dirigieron hasta la gran cocina, pero antes de llegar Bon le indicó a su hermana que se quedará detrás de él, por si se trataba de algo peligroso.

-¡Ah, maldición!-se escuchó la voz de un desconocido, con un tono extraño, como si se hubiera lastimado.

Cautelosamente se acercaban más y más a la habitación, estaba oscura así que procedieron a encender la luz.