Epílogo.

7.7K 701 84
                                    

La suave brisa meció sus cabellos. Kagome levantó la vista y observó el jardín con una sonrisa. El día estaba perfecto, lo único que lo haría aun más perfecto sería estar con Sesshomaru.

Soltó un suspiro nostálgica al recordar el rostro de su peli plata. Hacía un par de meses que se había ido. Cada día era igual. Pensaba en él y en ocasiones se preocupaba por su bienestar. No podía evitar dejar de sentir miedo a que algo le pasara...no podría soportarlo, menos en ese momento que lo necesitaba más que nunca.

-Creí haberte dicho que no pensaras en eso. Te hará mal-. La voz de Lady Irasue la regaño.

La azabache levantó la mirada y encontró a la albina frente a ella.

-Lo siento-. Se disculpo algo apenada-. Solo que no es fácil de evitar.

La youkai negó-. Será mejor que te vayas a cambiar-. Dijo esa vez con su tono habitual.

-¿Sucede algo?-. Quiso saber al tiempo que cuidadosamente se ponía de pie.

-Solo hazlo, ya lo verás-. Le ordenó al tiempo que daba la media vuelta y caminaba de regreso al castillo.

• • •

Entre las nubes pudo divisar el castillo de su madre. Sesshomaru sintió una emoción que nunca antes experimento. Al fin todo había acabado... La situación del Este había mejorado considerablemente después de detener la invasión. Todo estaba tomando forma, como si el destino reconociera todo por lo que habían pasado y al fin les otorgaba su momento de paz.

Aterrizo en el jardín del castillo y con la mirada buscó a su mujer.

-Sesshomaru-. Su agudo oído detecto un susurro que le pertenecía. Dirigió su vista hacía esa dirección y se topo con ella. Iba acompañada de su madre, Rin y Jaken que lo miraban con alegría-. ¡Volviste!-.Exclamó la azabache y sin perder el tiempo corrió hacia él y fue recibida por sus brazos.

La sensación de tenerla con él después de todos esos meses era indescriptible. Solo se atrevía a pensar que ese momento era el más feliz que alguna vez vivió hasta ese momento.

La azabache alzo la vista y lo miro directamente a los ojos-. Bienvenido-. Le dijo para después depositar un casto beso en sus labios que fue bien recibido.

-¡Amo Sesshomaru estoy tan feliz de volverlo a ver!-. Se escuchó la voz de Jaken chillar de fondo.

-Sesshomaru-Sama lo extrañe mucho. Que bueno que esta de vuelta-. Confesó la niña con una enorme sonrisa.

Esbozo una diminuta sonrisa por el recibimiento. De pronto un olor diferente que no había notado antes le llegó. Olfateo de nuevo para cerciorarse de no estar equivocado. Al darse cuenta de que era real, su vista instantaneamente se poso en Kagome que tenía una pequeña sonrisa en los labios, acompañada por un sonrojo al darse cuenta del descubrimiento que hizo.

-Kagome, no me digas que...-. Dejo la oración al aire esperando alguna respuesta de su parte.

-Sí-. Afirmó ensanchando su sonrisa.

De inmediato el peli plata dirigió su mano al vientre de su compañera. Apenas se sentía algo hinchado y por el kimono que traía pasaba desapercibido.

Sintió una especie de calidez recorriendole el cuerpo al asimilar que ahí yacía su cachorro. Tendría un cachorro con la mujer que amaba y formarían una familia. En definitiva adoraba estar de vuelta.

-Te amo-. Le confesó en un susurro que ella pudo oír.

-Yo también, Sesshomaru. No sabes cuanto.

Fin

Siempre tú. *Sesshome*Where stories live. Discover now