Sueño Deseado.

CAPITULO 15

El despertador suena, abro los ojos con mala gana y lo primero que siento es un brazo fuerte abrazándome. Me doy la vuelta y lo miro. Esta profusamente dormido con los labios entreabiertos, que sexy es. Es el hombre más sexy del mundo, y es mío.
No sé a qué hora volvió a casa, no le escuché entrar y eso me enfada. ¿dónde estuvo y con quién? Salgo sin hacer ruido, al lado de la cama está su ropa tirada, la recojo y la llevo al cubo de la ropa sucia, miro en los bolsillo de pantalón y saco unos cuantos billetes de dinero y unas monedas. Cojo la camisa y la huelo, huele a alcohol y a él. Que cabron , ayer estuvo bebiendo. Me meto en la ducha cabreada, el agua no me relaja, cada vez me caliento más. Quiero despertarle con un grito y exigirle que me diga dónde coño estuvo. Me seco con la toalla cuando salgo de la ducha y entro a mi habitación, sigue durmiendo como si nada. Seguro que tendrá una resaca y me alegro. Me pongo una camisa trasparente de lunares y unos vaqueros oscuros. Saco unos tacones nude y un bolso negro. Vuelvo al baño y me arreglo.

Llamo a un taxi para que me lleve a la oficina, deje a Aitor durmiendo tranquilamente mientras que yo solo quiero gritar y volver a gritar de coraje.
Tengo varias reuniones y varias entrevista de trabajo. Tengo tantas cosas que hacer que me ayuda a no pensar en el, no le voy a gritar ni a recriminar nada. Qué haga lo que quiera pero que después asuma las consecuencias.

-Hola- entra Alejandro- ¿tienes un minuto?

-Por ti te doy hasta dos - le guiño un ojo, si no estuviera enamorada de otro y el no estuviera casado sin duda me enamoraría de él.-¿en qué puedo ayudarte?

-Es algo personal.

-Sin problema.

-Dentro de poco es mi aniversario, y me gustaría que me ayudases a sorprenderla.

-¿Enserio? - me encanta la idea- Por supuesto ¿Eres un romántico?

-No hay más remedio- me sonríe, quien lo iba a decir, antes era un rompecorazones de mucho cuidado y ahora esta perdidamente enamorado de su mujer. -tengo que pedirte otra cosa.

-Al final te cobro.

-Héctor se va de viaje por trabajo y necesito que esa noche cuides de mi hija- se apoya en m mesa -mis padres están de viaje disfrutando la vida y Hugo de lúna de miel.

-Lo haré encantada, avísame antes para no hacer planes.

-Gracias- se levanta y mira el reloj-¿No desayunas ? Si quieres desayunamos juntos.

- Claro.

Entramos en la cafetería de la calle de abajo  y todas las chicas nos mira, normal, Alejandro está buenísimo. Me cuenta un poco de su relación , de los problemas que tuvo que pasar para llegar a este momento. Su mujer aparte de ser preciosa es una persona muy buena y con carácter. Con el simple echo de enamorar a semejante sinvergüenza ya me cae bien. Quizás tenga que pedirle unos consejos porque Aitor es igual.

Volvemos al trabajo , desayunar con el me sienta genial. Me levanta el ánimo, entro en el despacho y me encuentro con la única persona que no quiero ver.

-Llevo esperándote un rato, te he llamado muchas veces- lo que me faltaba, Aitor indignado por esperarme 5 minutos cuando yo lo he echo toda la noche.

-Estaba desayunando.

-Yo quería desayunar contigo- se acerca- ayer apenas nos vimos.

- Hice planes, - no le quiero recriminar nada pero me lo está poniendo difícil.

-¿Con quién?

-Alejandro- frunce el ceño para recordar quién es y cuando se da cuenta que es un hombre casado y feliz se relaja.