|| The Reason Why ||

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No era posible que tuvieran razón. Cuando había salido de mi casa, mi hermano mellizo seguía dormido, era imposible que ahora estuviera en el hospital. Y lo peor no era eso, sino lo que dijeron seguido de la noticia "No se va a recuperar si tú no te unes a la Academia Alius". Ni siquiera sabía lo que era eso, pero estaba seguro que no era nada bueno... Sobre todo tras esa amenaza.

Me dirigí al mostrador del hospital y pregunté por mi hermano. La mujer me miró triste antes de decirme el número de una habitación. Aquello no podía ser real, no era posible ¿o sí? Corrí hacia la habitación que dijeron hasta que llegué a la puerta. Toda mi valentía se esfumó, no sabía si quería comprobar que mi hermano fuera el que debía reposar tras aquella puerta.

Suspiré y giré lentamente el pomo.

Vi directamente la camilla donde reposaba el cuerpo de mi hermano. Sus mechones de pelo blanco, como el mío, caían sobre su cara. Sus ojos estaban cerrado y varias partes de su cuerpo vendadas. Me acerqué a la camilla preocupado.

- Yo... - cogí la mano de mi hermano y la apreté mientras lo miraba - Dios, lo siento mucho Ryusuke. Tú no deberías haber pagado por esto. Es todo mi culpa.

Sabía que realmente ellos eran los culpables pero, no le habrían hecho nada si yo no les interesase. Si yo no hubiese jugado al fútbol, él seguiría estando bien.

En ese momento fue cuando noté que no estaba allí solo. Levanté mi mirada para encontrarme con un joven de cabellos rojizos en forma de tulipán, tenía una expresión triste mientras miraba a mi hermano, sus ojos eran de un feroz color ámbar.

- ¿Conoces a mi hermano? - le pregunté confundido, nunca le había visto en mi vida.

Él negó con la cabeza clavando sus ojos en mí.

- Me llamo Nagumo Haruya, pero tú me llamarás Burn - dijo él con seguridad, ¿quién mierda era? -. Soy el capitán del equipo Prominence, de la Academia Alius. He oído hablar mucho de ti. Aunque no esperaba que llegasen a tanto para reclutarte.

Su vista, al igual que la mía, bajó hacia el cuerpo de mi hermano. Odiaba aquella sensación de impotencia. Él estaba allí... Y la culpa. Sabía que todo lo malo que le pasaba, sólo era por mí.

- ¿Por qué?

Él me miró sin entender. Mi voz estaba consumida por el dolor, la culpabilidad y la ira. Quería llorar, quería ir contra aquellos que le habían hecho esto a mi hermano y quería matarlos. Quería que ellos sufriesen lo mismo que yo.

- ¿Por qué yo? - le dije nuevamente, apretaba los puños tratando de mantener un tono de voz calmado.

- Ellos te quieren. Tienes el poder del hielo que necesitan - dijo mientras elevaba los hombros -. Necesitan un capitán para el tercer equipo de segundo rango.

Salí corriendo. Quería huir de todo.

Detrás mía se escuchaban unos pasos que me seguían la velocidad, pero no podía permitirlo. Yo era muy rápido, ¿no? Era hora de que esa velocidad hiciera aparición. Así que, una vez fuera del hospital, corrí con todas mis fuerzas, como si no hubiese un mañana. Los pasos se seguían escuchando tras de mí, aunque cada vez sonasen más alejados.

Cuando creí que ya no los escuchaba, me apoyé en la pared de aquel callejón sin salida y me dejé caer hasta el suelo. No podía más. Eran demasiadas emociones y sentimientos dentro de mí. Sentía como si fuese a explotar.

- Sí que eres rápido... No quiero ver lo que harás cuando tengas el poder de la piedra - dijo jadeante el chico pelirrojo.

¿De dónde había salido? Juraría que no había vuelto a escuchar sus pasos.

The Reason Why /SuzuNagu/Where stories live. Discover now