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Son viscas como ves, tan dementadas
cual fueron,
Dijo, en vida ningún gasto con mesura hicieron,

Claro lo ladran sus palabras fieras
Al llegar a los dos puntos del circulo
donde culpa contraria los separa

Clérigos fueron, los que en la cabeza no tienen pelo, papas, cardenales, que están bajo el poder de la avaricia.

Y pregunte al maestro, : entre estos tales, ¿puedo quizás reconocer alguno? De los manchados con inmundos males.

Y el: no podrás reconocer ninguno:
su mala vida, si antes fueron buenos
Es envano lo que piensas, la vida torpe que los ah ensuciado, a cualquier conocido los hace oscuros

Se an de chocar los dos eternamente
Y aun en la tumba apretarán el puño, los unos y los otros

Mal dar y mal tener, si dan terruño, quitan el cieloen riñas tan procaces
Que no merecen de la palabra

Así puedes ver hijo, cuan fugaces
son los bienes que alarga la fortuna
Y de que son los hombres tan rapaces

Todo el oro que esta bajo la luna
Y existió, ya a ninguna de estas almas fatigadas podría dar reposos
La paz no le dará, siquiera a una.

Y yo insistí, : mas dime todavía, esa fortuna de que tanto me hablas
¿como aferra al mundo entre sus garras?

La Divina Comedia El Infierno Según DanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora