Un Día Cualquiera...

La carta

Un día cualquiera de clases, lunes 7 am, lo habitual, sus amigas estaban preocupadas, porque corrían los minutos, después pasaron horas, y el no llegaba, lo cual era más que extraño para el puesto que nunca llegaba tarde, al rededor de las 12 horas, del mismo día, por las escaleras que dan al salón, el joven subía, no traía mochila e iba con ropa de civil, junto a el, una joven, con los ojos hinchados como si hubiese llorado, que sólo pocos conocían y más poco aún sabían que hace algunos ayeres fue su mejor amiga, ella llevaba un papel en la mano, ella no llegó al salón, se quedó a la mitad de las escaleras, el subió y solo a ciertos compañeros se acerco y les dijo unas cuantas palabras con la voz muy baja y cortada, a algunos los felicitó por la actitud y lo que habían hecho hasta entonces, a otros les reclamó y reprochó su forma de ser y sus defectos, pero en algo todos coincidieron: el les dijo que mejoraran y les deseó buena suerte, dejó para el final a sus tres amigos más cercanos, con los dos primeros se abstuvo reprocharles algo, simplemente les agradeció por todo lo que habían hecho juntos, les pidió perdón por las cosas que dejaron pendientes y que nunca harán, los felicito porque el había presenciado sus evolución como persona, desde el día que se conocieron, la última persona con la que habló fue ella: su mejor amiga, la persona que pasó de ser una persona que le molestará hasta ser parte de su familia, la persona que pensó que solo sería una amiga más en su vida, la persona con la que pensó que nunca encontraría algo en común, pero después de pensar todo eso, se convirtió no solo en la persona más importante de su vida... se convirtió en su vida. La tenia enfrente, ella tenia miedo, preocupación, estaba confundido tenia todo y nada a la vez, sin decir palabra le beso la frente, la abrazó y empezó a hablar: "Gracias, gracias por todo...", en ese momento ella comenzó a llorar, y a el ganas no le faltaban, "eres la mejor amiga que pude haber tenido, eres tan diferente a mi, y eso me encanta porque ambos aprendíamos, día a día, algo nuevo sobre el otro, espero que no cometas los mimos errores, esos cuyas cicatrices aún no sanan, esos errores que siempre te reclame, espero que llegues mucho muy lejos espero que te superes, espero que sigas adelante, te amo, te amo, no se porque el destino nos juntó y ahora nos separa...", ella levanto la mira y con lágrimas en los ojos, trataba de hablar pero no pudo, "shh, no digas nada, no llores, no valgo la pena..." decía mientras le limpia las lágrimas, "eres lo mas hermoso que se ha cruzado en mi camino... y por eso te amo, espero que me olvides...", fueron sus últimas palabras, besó su frente, limpio una vez más sus lágrimas, le sonrió, se dio media vuelta y empezó a alejarse, todos estaban confundidos e inertes. Mientras bajaba: al acercarse a la joven que lo acompañaba, la miro y asintió con la cabeza, ella hizo lo mismo, entonces ella se dirigió hacia el salón, donde todos estaban, el sin embargo, se siguió alejando, ella, al llegar con ellos solo dijo: "Si quieren saber lo que pasa, solo escuchen", no se si realmente escucharon lo que dijo pero cuando empezó a hablar todos prestaron atención, "Es una carta, me la dio justo después de explicarme todo...", empezó a leer: "Si están leyendo escuchando esto, seguramente ya estoy muy lejos, no les voy a repetir lo que les he dicho antes, solo les explicaré porqué hago esto, hace 4 meses me diagnosticaron cáncer..." ya se imaginaran la reacción de todos, su mejor amiga no necesitaba escuchar más, salió corriendo, a tratar de alcanzarlo, en la salida, no tuvo que buscar mucho, estaba sentado a un lado de la salida, esperando, ella corrió y lo abrazó, el dijo: "Tardaste mucho...", una vez más iba a hablar pero el no la dejo: "no quiero escuchar palabras de apoyo, no necesito que me digas cuanto me quieres, no necesito que me digas que si vas a estar ahí, porqué eso ya me lo demostraste, ahora estaré todo el tiempo con mi familia, pero no podía irme sin de mi segunda familia... ustedes... Te amo", la miró a los ojos, y una última vez le limpió las lágrimas, le besó la frente y se fue. El resto de la carta decía: "estoy en etapa terminal, el doctor dijo que no había nada más que hacer... solo no quería irme sin despedirme".