Abuso

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—Es que la chica es tan tierna... ¡No pude evitarlo! —Sagitario festejaba en su lugar dando pequeños saltos de emoción. Hablaba con Géminis, quien lo observaba con esmero. Sabía que a Sagitario le gustaba esa chica, pero éste no lo admitía.

—Ajá, ¿y no te gusta? —sonrió el chico de aire, incomodando a su amigo.

—¿Gustarme? Pff, yo no estoy para enamorarme a esta edad —rió nervioso. Con su celular en sus manos, se volteó dándole la espalda a quien lo escuchaba con atención, y lo molestaba de igual manera.

—Lo dice quien colocó de fondo de pantalla una foto de ella, sí —soltó con firmeza, y esperó la reacción.

—¡Cállate, weón! —Sagitario lo empujó, botándolo de la mesa en la que estaban sentados. A pesar del golpe, Géminis rió a carcajadas, colocándose de pie.

Eran las diez de la mañana, y ambos se hallaban en el gimnasio de la escuela. Aquella mesa deteriorada a un rincón de una cancha frecuentemente vacía, era su lugar de descanso. El chico de aire desvió la mirada por inercia hacia las escaleras. Sagitario imitó su acción.

Había llegado la persona que estaban esperando.

—¡Acua! —exclamaron a la vez. El chico que bajaba las escaleras se detuvo a observar a sus amigos por un momento, para así descender corriendo y llegar con velocidad a la compañía de ellos.

Comenzaron a bailar de forma estúpida a penas se tuvieron cerca, acabando con un pequeño coro de risas. El chico de fuego habló primero.

—En fin —miró con emoción a las personas frente a él, quienes se recuperaban entre jadeos de esas frecuentadas risas. Guardó su celular en su bolsillo— ¿Vamos a jugar?

Géminis le tomó la mano con diversión.

—¿No le vai a contar? —le sonrió de forma atrevida y agachando un poco la cabeza. Géminis era un poco más alto que Sagitario.

—Tsk, pa' qué —miró hacia arriba. En donde debía estar el cielo despejado, se encontraba el enorme techo de metal que cubría el gimnasio.

—¿Cómo que "pa' qué"? —lo imitó con una voz un poco más grave que la suya, más profunda. A Géminis sí que se le daba bien hacer voces, puesto que imitó la de Sagitario a la perfección.

—No me imití', weón —arrancó su mano de las de su amigo, al momento en que trataba de colocar una actitud sería a la situación

—"No me imití', weón" —repitió Géminis con la voz de Sagitario.

Al demonio la actitud seria. Sagitario comenzó a golpear a Géminis, mientras este se defendía de igual manera. Todo entre risas.

Acuario los miraba con una sonrisa natural, pero nerviosa. No estaba para nada interesado en saber de qué hablaban sus amigos; por su cabeza pasaban cosas más importantes. Decidido a acabar con toda esa estúpida conversación, corrió hacia la bodega que guardaba los materiales de deporte en busca de una pelota de baloncesto. O dos. O tres...

Cuando volvió donde sus amigos con cinco pelotas, ellos ya guardaban silencio.

—Wow, si que tienes ganas de practicar —le sonrió cálidamente Sagitario, como si no hubiese estado golpeándose con Géminis segundos antes, quien ahora se frotaba el vientre con expresión de dolor.

—Sí... —les regaló una sonrisa cálida. No se sentía bien en ese momento como para dar respuestas largas.

Sus amigos notaron su extraña actitud. Mientras jugaban, Acuario siempre era quien soltaba algún disparate o historia extraña, pero en ese momento había estado guardando silencio durante cinco minutos, y sólo el sonido del balón dando contra el suelo resonaba.

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⏰ Dernière mise à jour : Jan 18, 2018 ⏰

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Microhistorias del Zodiaco (CANCELADA)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant