LA HISTORIA DE UN LIBRO

Me encuentro en un programa de televisión matutino en vivo para una entrevista por mi trayectoria de 20 años de escritor y escucho a la conductora decir

 – Démosle la bienvenida al escritor de grandes éxitos que hoy celebra 20 años de trayectoria, con nosotros Charles Blair -.

La entrevista fue buena aunque eran preguntas simples como: ¿Cómo te sientes con estos años de trayectoria?, ¿cómo hayas una buena historia?, ¿Qué harás para celebrar?, ¿Qué sientes cuando un libro tuyo llega a la cima?, esperaba  que la entrevista fuera más profunda.

En el carro de camino a la casa de mi hermana iba con mi sobrino

Luis  de tan solo 11 años y me pregunto:

– Tío por que hay en tu casa dos libros con el mismo título pero con diferente final-  Esa si  era una buena pregunta y decidí contestarla con la historia completa del libro de los dos finales.

Soy un joven otra vez de 24 años listo para enfrentarse al mundo como un universitario graduado con honores de la carrera que siempre soñó de pequeño, ahora lo que seguía era empezar a construir el resto de mi vida, suena muy fuerte pero es la verdad, por suerte había estado ahorrando desde hace algún tiempo atrás y no sentía algo me faltara, lo primero en mi plan era buscar un hogar donde vivir, ya que no quería seguir siendo una carga para mi madre, por suerte encontré un departamento no muy lejos de su casa así podría ir a visitarla cada que necesitara uno de sus buenos consejos, después empecé a buscar trabajo, este me costó más encontrar ya que la mayoría de los trabajos requerían experiencia, pasaron las semanas y yo seguía sin conseguir ningún trabajo así que decidí empezar a escribir por cuenta propia y tal vez podría tener una buena historia y tener un buen libro para vender.

Emprendí mi viaje al interior de mi mente y comencé a escribir, diario iba a una cafetería cerca de casa, en este lugar había un ambiente muy confortable, el olor del café hacia que mi mente se despejara, el lugar era tan cálido y cómodo que podía pasar horas ahí adentro son arme cuenta.

Mi historia trataba de cómo una persona que lo tenía todo se queda sin nada ni nadie a causa de sus propios actos y de cómo se empieza a hallar así mismo y empieza a ganar las cosas perdidas pero esta vez con una gran  lección que hizo cambiar su forma de ser por completo; mi obra no se encontraba completa le faltaba la mitad pero yo ya tenía todo pensado solo era cuestión de perfeccionarlo y escribirlo, cierto casi me olvidaba que esta historia no se trata de el libro si no de lo que paso en el transcurso.

Un domingo mientras caminaba hacia la cafetería que frecuentaba demasiado, iba pensando en la libertad que tienen los pájaros  e tan solo expandir sus alas y poder volar de un lado a otro, del modo en que nadie las ataba, era simple, no todos tenían la libertad de abrir sus alas y volar hacia donde su corazón dictara; al llegar a la  cafetería y entrar algo se sentía diferente, el olor del café era el mismo y la calidez igual, pero algo se sentía ligeramente diferente, tal vez era yo, camine a la caja y ahí encontré la razón por la cual el ambiente era diferente la cajera no era la misma de siempre era una chica de cabello castaño, con ojos grandes de color, labios ligeros, tés blanca, delgada y de estatura promedio. Pedí mi orden y fui a sentarme en el lugar donde habitualmente lo hacía, tome la pluma y comencé a escribir en eso fui interrumpido por la misma  señorita del mostrador que traía mi orden, su gafete tenía el nombre de ‘’ Emma’’, lo único que hice fue darle las gracias acompañado por su nombre y ella respondió con una sonrisa que ilumino sus ojos que se encontraban un poco dormidos. Me concentre en seguir escribiendo, después de pasar tiempo suficiente para que mi cerebro se exprimiera y mi mano comenzara a sentir una leve molestia al escribir decidí pagar la cuenta e irme.

Al siguiente domingo al estar en la cafetería todavía no me acostumbraba a la presencia de la nueva chica, me parecía ridículo ese sentimiento no era lo mismo. Ese día rompí mi rutina deje de escribir después de 40 minutos y me puse a pensar en mí mismo y mientras lo hacía tomaba unos de los cafés más ricos, al irme de la cafetería a mi casa me encontré con la nueva chica de la cafetería, esta chica empezaba a causar una gran inquietud cada vez que la veía la verdad no sabía porque pero lo hacía así que simplemente decidí seguir mi camino ignorando su presencia, al llegar a casa retome los pensamientos que tenía en la cafetería, todo en mi vida se fue  acomodando que termine siendo mi propio jefe, haciendo lo que me apasiona sin presiones y con toda la libertad, también recordé que llevaba mucho tiempo alejado de las personas que son importantes para mí.