Capítulo 1

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Capítulo 1

Aquella noche de marzo yo caminaba cabizbajo por las calles de París, hacía un poco de frio, el cielo lucia triste y abrumado por nubes grises que poco a poco dejaron caer una fina llovizna que solo duro algunos instantes pero que fueron suficientes para empaparme completamente, sin embargo a mí no me importaba en lo absoluto, al contrario aquella llovizna había sido una grata compañía pues junto con ella yo había podido derramar algunas lágrimas que se mesclaron con las gotas de lluvia y habían liberado de mi alma una tensión que estaba por estallar, sin ganas de nada, mi mente daba vueltas, me imaginaba a mi cabeza rodar por la escaleras hasta llegar al fondo de un sótano polvoriento y obscuro donde quedaría olvidado por la eternidad. Mis pasos no me llevaban a ningún lugar, todo me molestaba y en mi interior tenía una escena de rencor y tristeza que me hacían sentir él ser más desdichado del mundo.

La noche se fue haciendo más fría y los recelos y tristezas se fueron apoderando de mi mente, no sabía adónde iba y no me importaba, solo quería caminar y tratar de algún modo olvidarme de aquellos sentimientos que desgarraban mi corazón con cada suspiro, nunca creí imaginarme que el amor que yo sentía solo era una ilusión, me deje llevar, me deje seducir por un cuerpo hermoso pero quien sabe si tendría alma, aquellos labios rojos y unos ojos azules que habían conquistado mi corazón una tarde de febrero eran los mismos que engañaron y me dijeron adiós sin ningún consuelo.

Durante mucho tiempo había escuchado a Paris como la ciudad del amor con sus clásicas calles y restaurantes finos repletas de turistas de todas partes del mundo, pero para mí la ciudad de la luz resulto ser la ciudad del desamor, aquella noche quería tener en mis manos mi pistola colt comander para dispararme al corazón pero para mí desdicha estaba lejos de casa, por mi mente se cruzaban toda clase de maneras de acabar con mi vida y mi sufrimiento, eso incluía subirme a la torre Eiffel y lanzarme como un loco desde su cima para acabar con mis infiernos.

Con pasos lentos y desdichados y mis pensamientos sumidos a la decepción y desesperación llegue a un bar que quedaba justo una cuadra arriba de mi apartamento, jamás en mi vida había pensado emborracharme, sobre todo en unas vacaciones que supuestamente había planeado desde mucho tiempo atrás para disfrutarla al máximo. Pero qué más daba, entre al bar sin pensarlo y de inmediato me fui a sentar a la barra, ordene al mesero un mojito, y después de ordenar otro y no ver resultados pedí algo más fuerte, el mesero me sugirió un whisky escocés que al primer sorbo me quemo la garganta y luego mi estómago quedo incendiado, tanto así que tuve que pedir un vaso de agua, a los minutos después sentí mareos y sensaciones extrañas que jamás había sentido, pero la causa de mi desdicha aún seguía allí, entonces seguí ordenando otras bebidas alcohólicas que pudieran hacerme olvidar aunque sea por un instante los tormentos de mi corazón. Media hora después estaba completamente borracho, mi estado de ánimo se disparó, sentí una adrenalina en estado puro recorrer todo mi cuerpo, sentía que el piso daba vueltas, el cuerpo me tambaleaba al caminar pues se me hacia imposible controlarlo y muchas voces me susurraban al oído, perdí el miedo de pensar en voz alta, comencé ha decir estupideces y mi cuerpo se contagió con la euforia de la música electrónica que sonaba en la pista de baile.

Todo el alcohol que había tomado minutos atrás causaron sentimientos de alegría que invadieron mi cuerpo y sin pensarlo me fui a la pista donde un grupo de jóvenes se movían sin parar cual mareas de un mar agitado, jamás en mi vida había bailado alocadamente, baile por algunos minutos y después mi mente salió de control y fue como si mi cuerpo estuviera en modo automático.

Desperté en el mismo bar a las tres de la mañana, todo me daba vueltas, ni siquiera podía pararme, después de varios intentos conseguí hacerlo, entonces me di cuenta que mi abrigo estaba completamente bañado en vómito, las náuseas aún seguían manifestándose y mi cuerpo estaba completamente pesado y cansado, el mesero llego hacia mí y me cobro todo con cargos extras por haber vomitado en el sofá de la sala, Salí del bar tambaleándome y camine nuevamente por las calles frías de Paris, casi arrastrándome logre llegar a mi apartamento, después de buscar por un largo tiempo las llaves en mis bolsillos y maldecir mi puta vida, afortunadamente pude encontrar las llaves en la bolsa de mi abrigo, abrí la puerta y sin siquiera poderla cerrar me dirigí hacia el baño, estuve allí vomitando por varios minutos, después cabeceando me dirigí a la sala y me tumbe al sillón, segundos más tarde me quede dormido como una piedra fría, dura e inamovible en un desierto solitario.

By: Hector F. Xep

Te invito a leer mi novela" Sobre el puente Brooklyn me senté y lloré" una novela original, romántica y con un toque de realismo literario.


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