MI VERANO CON ELLOS © [Terminada, En Edición]

Capítulo 16

Luego de nuestro momento en la entrada de la casa nos dirigimos hacia la playa, justo a tiempo para deleitarnos con el hermoso atardecer. Ese momento único en el que el horizonte y el cielo se funden en uno. Hablamos sobre el futuro y lo que queríamos hacer al terminar la escuela secundaria. Yo no había decidido que iba a hacer aún, a diferencia de Pablo que quería ser abogado. Benja quería ser profesor y mi hermano médico.

Nos besamos algunas veces, me sentía más confiada a casa beso, y Pablo también, pude notarlo por como acariciaba mi espalda, mi cuello, mis piernas. En un momento lo detuve, porque me sentía incomoda al tener sus manos en mis piernas. Y se lo hice saber, más allá de que mi cuerpo respondía a su tacto, yo no estaba lista...aún. Y nunca había imaginado ese momento con el, siempre en mi imaginación visualizaba a Benja. Recordar eso me hizo separarme de sus brazos por un momento.

—Tengo hambre—anuncié
—mi estómago esta rugiendo, podríamos ir a comer algo—dije.

—Por supuesto, ya se donde llevarte, y me encantaría invitarte a cenar conmigo—contestó y le sonreí con ternura.

Comimos en un restaurante ubicado en el centro del pueblo. El lugar era bonito, el ambiente agradable y tranquilo. Cuando terminamos salimos a caminar, y me sonrojé al sentir su mano tomando la mía. Se sentía bien.

Escuché que alguien decía mi nombre y enseguida reconocí la voz. Gustavo.

Le solté la mano a Pablo, nerviosa, y la tomó de nuevo.
Gustavo nos miraba boquiabiertos.

—Hola chicos, si buscan a sus hermanos están en ese bar de allí y señaló un bar ubicado justo en una esquina.

El lugar estaba repleto de gente, había mesas afuera y adentro una barra, con sillones y mesas y estaba tocando una banda local.
Gustavo dijo que tenía que irse.

Se veía incómodo ante nuestra pequeña muestra de afecto en público y no lo culpo, la noche anterior me había besado, era raro estar con los dos.

Benja

Encontramos un Bar en una esquina que se veía justo como lo que estabamos buscando. Estaba lleno de gente. Todos jóvenes bebiendo, bailando o disfrutando de la banda. Había varios sectores dentro del lugar, nosotros nos quedamos en la barra y pedimos una botella de vodka, se que no es la mejor solución que uno puede tomar en estos casos, pero por dios que lo necesitaba. Mientras tomábamos nuestro segundo vaso Sebas rompió el silencio

—Se lo que está pasando y no me gusta nada, no me gusta verte así. Supuse que ibas a decirle a Mel lo que sentías y ahora la veo con Pablo y realmente no comprendo que esta pasando. Siempre me la imaginé contigo ¿sabes? siempre quise que esté contigo, quiero a Pablo, pero no confío en el, no como pareja de mi hermana menor. Se que ella te ama, no entiendo por qué se comporta así, Pablo le gusta, lo sé y no tengo idea de que habrás hecho, pero por algún motivo parece que mi querida hermana eligió abrirle su corazón a él, y no creo que seas conciente de lo que estas haciendo. ¿Estas dispuesto a perderla, dejarla ir así sin más? sabes que no puedes borrar lo que sientes de un día para el otro y es un amor por el que vale la pena luchar. El va a lastimarla, ¡Maldición!—murmuró frustrado y en ese instante comprendí que mi amigo no era ningún tonto, el sabia todo lo que pasaba a nuestro alrededor y por algún motivo el quería que fuese yo quién hiciera feliz a Mel.