Un Campamento De Verano Inolvidable

Capítulo 3

El día del viaje.

Argentina.

-¡Luna! Ayudame -decia Ámbar riendo mientras subía su maleta al auto para irse al aeropuerto.

-Ya voy Ámbar -respondia Luna mientras reía.

-Chicas, vamonos ya tendríamos que estar en el aeropuerto -hablo esta vez Nina quien ya estaba en el auto.

-Ya vamos -dijeron Luna y Ámbar al unisono.

-Ambar, ¿cuantas cosas llevas aquí? -burlo Luna al notar lo pesada que estaba la maleta de Ámbar.

-Lo necesario, Lunita -sonrio sarcástica.

-Si, claro -dijo sarcástica-. Solo lo necesario -añadio, ambas rieron.

Finalmente lograron subir el equipaje de Ámbar y las tres se dirigieron al aeropuerto, Luna es quien manejaba.

Al llegar al aeropuerto estaban los padres de Luna y los de Nina, por lo que era de esperar la madrina de Ámbar no apareció.

-Adiós, papá -se despidió por ultima vez Luna con lágrimas en los ojos.

-Adiós, princesa -respondió-. Te queremos.

Al subir al avión Luna y Nina tenían algunas lágrimas, Nina término por notar que Ámbar estaba llorando a mares.

-¿Qué tenes? -le dijo Nina levantando el rostro de Ámbar con dulzura.

-N-no, nada -respondió Ámbar limpiando sus lágrimas.

-Ámbar sabes que nosotras nos contamos todo... -dijo mostrando confianza-, ¿es por tu madrina, no?

-Es... -dijo y volvió a llorar-, ella no... -intento hablar pero solo se le quebró la voz y abrazo a Nina.

Por otra parte, Luna fue por un vaso de agua antes del viaje.

-Hola -dijo una chica de bonitos ojos cafeses-, ¿vos también iras al campamento?

-Hola -sonrió Luna-. Si, ¿vos vas? -cuestiono.

-Si -sonrio la chica -, me llamo Sofia, ¿y vos?

-Yo soy Luna -dijo alzando su mano. Ambas se estrecharon.

-Creo que seremos amigas -sonrio con cierta malicia.

Sofia sólo dejo el vaso y se retiro. Luna empezó a beber el agua cuando la azafata le dijo qué se tenia que sentar porque el viaje iba a empezar.

Luna sólo sonrió y se fue a sentar. Al ver a Ámbar así se preocupo.

-¿Qué pasa? -dijo Luna-, ¿Qué tiene? -susurro a Nina.

-Ya sabes, la señora Sharon -dijo sonriendo tristemente.

-¡Oh! -exclamo Luna-. Tranquila Ámbar, vos sabes que contas con nosotras para lo que sea, nosotras te queremos demasiado.

Las tres se unieron en un tierno abrazo, no pasaron mas de diez segundos para que Ámbar dejase de llorar.

-Gracias chicas -sonrio, limpiándose la cara-, no sabría que hacer sin ustedes -termino por decir y las miro sonriendo.

Luna había quedado de lado de la ventana, Nina en medio y Ámbar por el otro lado.

Las tres se quedaron dormidas hasta qué el viaje termino.

-Ya llegamos -dijo la azafata moviendo tiernamente a Ámbar quien estaba cerca.

-Ah, si -abrio ligeramente los ojos-, chicas ya llegamos -llamo a las castañas quienes tardaron un par de minutos antes de poder levantarse.