Capítulo IV - Inicios

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Día diez:
He estado en contacto con Samael últimamente sobre que es lo que esta pasando en el mundo, las cosas van peor de lo que parece, yo aun no puedo creer que soy un ángel, hasta hace un día mi vida era tan simple como un chico de universidad y ahora tengo que prepararme para la pelea contra Lucifer y su séquito de demonios, Samael me contó que en mi ultima batalla perdí la espada celestial, es por eso que debo hallarla lo antes posible de lo contrario no tendré ningún arma para enfrentarme con mi destino y muy probable con mi misión. Ahora debo concentrarme en mi entrenamiento para desarrollar las habilidades de el Arcángel Gabriel pues el tiempo se agota, pero algo me pasa, pienso en Azeneth, ¿que le diré? , ahora que por fin estoy estableciendo una conexión con ella pasa esto, ella jamas me creerá si le cuento lo que pasa, además Samael me advirtió que nadie debe saber de mi condición divina puesto que las personas que lo supieran correrían grave peligro, lo que me preocupa es que haré con ella, la verdad es que no quiero alejarme pero si no lo hago ella podría morir.

Día once:
Hoy fui a la universidad y por supuesto me encontré con Azeneth al atardecer cuando iba de regreso a mi casa, ellas se ofreció a acompañarme y no pude decirle que no, en el camino platicamos de temas al azar y nos dimos cuenta de cuentas cosas teníamos en común, (Oh dios como la amo), sin embargo debo alejarme lo más pronto posible de ella si no podría lamentar lo que pueda suceder. Al llegar a mi apartamento me encontré con Samael, el me preguntó sobre los sueños y los demonios que he visto y si alguien se ha percatado de  mi condición, le respondí a todo, después de eso me llevo a un lugar alejado de la ciudad, donde se hallaba un pequeño parque, entramos en el y al final de un camino me encontré con una enorme cascada, Samael salto a través de ella, posteriormente lo hice yo, al pasar del otro lado me encontré con otro mundo... había alas por todas partes, de pronto sentí como de mi espalda brotaban dos enormes alas de color negro y blanco, mientras una marca aparecía en mi brazo derecho, de pronto recuerdos pasados brotaron en mi mente, mis vidas pasadas, mis reencarnaciones, todo pasaba enfrente de mi, al cabo de un tiempo mi cuerpo se acostumbro a mis nuevas habilidades, fue ahí cuando Samael inicio el entrenamiento divino y los demás ángeles notaron mi presencia, susurrando mi nombre “ese es Gabriel, el guardián del cielo y las tierra, mejor conocido como el Arcángel divino", estaba muy nervioso, todo esto era nuevo para mi además todos esperaban espectantes el poder que yo tenía.

Día doce:
Todo me salió mal en el entrenamiento , todos dudaron de que yo pudiera ser el poderoso Arcángel Gabriel, tras humillante exhibición, al salir de ahí, me dirigí a mi casa, pero al llegar y observar los mensajes de mi celular apareció el nombre de alguien....

                       Azeneth
Hola Adrien, quería saber si te gustaría salir conmigo mañana, la verdad es que me gusta mucho pasar mi tiempo a tu lado y nose
tal vez si tu quisieras podríamos tener una....cita <3.      No respondas ahora piensalo y dime mañana

Genial, tenia que ser en este momento cuando esta por iniciar el armagedon que descubro que le gustó, no puede ser, que haré en verdad la quiero pero en este momento no es el más adecuado para estar enamorándome, debo enfocarme en detener a Lucifer de lo contrario no habrá un mundo donde la mirada de Azeneth sea el mejor paisaje, creo que lo mejor es que descanse un poco, y enfoque mi energía en la búsqueda de la espada celestial, solo con ella seré capaz de sellar a todos los demonios en el inframundo. Estas clases se han pasado muy rápido, estoy por salir y verme con Azeneth y aun no se que es lo que debo hacer.
De pronto un recuerdo cruza mi mente, es la espada celestial, se encuentra en.... La atlantida, pero eso es imposible ese lugar no existe como encotrare ahí la espada, sin embargo no tengo opción,tengo que buscar la manera de llegar ahí, tal vez en la biblioteca  haya información sobre este mítico lugar, mmm lo mejor sera olvidarme del mensaje de Azeneth e intentar evitarla, mínimo por hoy, ya mañana pensare mejor todo y como alejarme de ella sin hacerle daño.
                

El diario de un ÁngelWhere stories live. Discover now