Capitulo 1.

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Sonó el despertador, y me levanté de un sobresalto, menudo susto me había pegado, entonces, alargué el brazo y lo apagué bruscamente.

Me levanto de la cama, y me pregunto que es lo que tenia planeado hacer hoy, ya que es sábado, y anoche estuve de fiesta, celebrando el cumpleaños de Eli, mi mejor amiga, y la verdad, es que bebí un poco, por no decir más de la cuenta.

Me dirigí hacia la cocina a prepararme una taza de café, cuando voy a abrir la nevera para coger la leche, me doy cuenta de que en la puerta había una nota en la que ponía:

"Sábado, 13 de Septiembre, vuelta de papá. Ir a recogerlo al aeropuerto a las 11:30 de la mañana"

-¡Mierda!, se me ha olvidado que tenía que ir a por papá. -digo preocupada.

Subo las escaleras corriendo, intentando no tropezar y entro a la habitación de mi hermano Lucas, que como no, estaba durmiendo.

-¿Se puede? -pregunto susurrando - Bah, que tontería, claro que sí!

No se despierta, así que me tiro en su cama y me apresuro en molestarle.

-¡Lucas, vamos levantaté! - le digo con voz quejica.

No reacciona, así que decido hacerle cosquillas, eso le molesta mucho, y más cuando está dormido.

-¡Como sigas haciendo eso te vas a arrepentir! -me susurra terminando con una sonrisa.

-Pues venga, tenemos que recoger a papá, hermanito -le digo, dándole dos palmaditas en la pierna derecha.

-Pesada, ¿no puedes ir tu?- me pregunta, girándose y dándome la espalda para seguir durmiendo.

-¡Pues no! Aquí el único que tiene coche eres tú, chulo.

-¿Y cuando piensas sacarte el carnet, chula?

-¡Pues cuando sea mayor de edad, idiota! -le agarro del brazo y lo intento levantar - ¡Vamos que llegamos tarde!

-¡Que ya voy pesada! Pero vete antes, que me tengo que vestir.

-Esta bien, pero no te quedes dormido eh... -le respondo con tono de burla, mientras el hace el intento de lanzarme una zapatilla.

La verdad, es que quiero mucho a mi hermano, estamos muy unidos, ya que la mayor parte del tiempo, papá no está en casa, siempre está de viaje por temas de trabajo, y mi madre vive en otra casa, pues mis padres están separados.

Me aproximo a mi habitación y abro el vestidor para elegir la ropa, no sé que ponerme, aunque la verdad, nunca se que ponerme, no se como me las apaño.

Cojo unos pantalones cortos de color blanco, junto con una camiseta corta roja, con mis conversse blancas. Me miro al espejo y me cepillo mi querido pelo, color castaño claro que me llega hasta la cintura, y me hago una coleta alta, aunque siempre me salen fatal.

Salgo de mi habitación y veo a mi hermano sentado en el sofá esperandome.

-¡Vaya! Qué rápido eres hermanito.

-Serás tu, que eres muy lenta - me sonríe.

-Vamos anda, papa debe estar al llegar.

Cuando salgo por la puerta me encuentro de frente a un chico alto, de pelo castaño con un precioso tupé, ojos de color marrón claro, y nariz pequeña. Tenía unos brazos musculosos y su abdomen se veia marcado tras esa camiseta de tirantes. Cargaba con un par de cajas, a cual de ellas, una se le había caído, y decidí ayudarle.

-Gracias - me muestra su perfecta sonrisa- Soy César, el nuevo vecino.

-Yo soy Valeria, encantada- le digo un poco insegura.

-Bueno, pues ya nos vemos por aquí, ¿no?

-Si... ¡Claro!

Ese chico era muy atractivo joder.

-No te me enamores hermanita - aparece el subnormal de Lucas por detrás.

-Idiota... -murmuro.

Bajamos las escaleras y entramos en el coche.

A la mitad del camino, suena mi canción preferida...

«¡Que quieres que le haga, si cuando me clavas la mirada, se vuelve loco mi pensamiento, nunca lo digo pero lo siento...»

Mi hermano y yo empezamos a cantarla.

«Y en cada momentito que tu me tienes y estás conmigo, lluvia de estrellas que se disparan, dilo bajito que me hace falta, dilo bajito que me hace falta...»

Terminamos de cantar con una buena carcajada.

A los cinco minutos ya habiamos llegado.

Mi Nuevo Vecino (Creando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora