Devolver su felicidad

562 46 5
                                    

"Cuando dos personas han sido creadas para estar juntas, acabarán por estarlo. Es su destino."

Sara Gruen


Era una tarde lluviosa en la ciudad de Karakura, una ciudad que había presenciado el pasar de tiempo, ya que paso de ser un pequeño pueblo a la gran ciudad que se alzaba ahora, llena de grandes rascacielos, centros comerciales, diversas zonas dedicadas para un tema en específico y mucho más gente de lo que alguna vez se llegó a imaginar.

Un adolescente de alta estatura, cabello naranja, ojos ocre y con rostro contraído por el esfuerzo, iba corriendo por una de las calles y trataba inútilmente de protegerse de la lluvia con su mochila. Su día había comenzado mal y se había convertido en peor.

Primero, su despertador no había sonado y sus padres estaban fuera de la ciudad, dando como resultado que llegara tarde al colegio, sin haber desayunado y ganándose como castigo limpiar el aula al final de la jornada. Segundo, en el transcurso del horario escolar tuvo que cambiarse por su ropa de deporte ya que, el intendente había creído conveniente tirar el agua sucia por la ventana del segundo piso, mientras él pasaba justo por debajo. Tercero, por salir a las prisas, había olvidado también su billetera, así que casi tuvo que rogarle a su amigo y rival que le prestará dinero, y no le quedo de otra que escuchar su largo sermón de ser precavido, ocasionando que no pudiera comprar nada y, de nuevo, se quedó sin desayuno.

Cuarto, para su desgracia, la ultima hora de escuela había sido deportes, como resultado, el aula había quedado hecha un asco y tardo más de lo debido limpiarla. Cuando al fin se vio libre, afuera se había desatado una lluvia fuerte, y por las prisas, no tenía un paraguas consigo, dando como resultado su situación actual. De haberse ido con sus padres para ir a visitar a sus abuelos, esto no le estaría pasando, pero algo lo había hecho declinar la oferta de faltar a clases ese lunes.

Al fin logro encontrar un techo donde resguardarse en una parada de autobús, se sacudió las ropas y la mochila, tratando de secarla, dio un largo suspiro porque eso era imposible, al menos solo la chaqueta se le había mojado, por lo que decidió quitársela y dejarla en la banca, abrió su mochila y saco sus cosas, para verificar el daño que sus pertenencias habían sufrido.

Por fortuna, seguían intactas, así que las volvió a introducir en su mochila, pero en un movimiento, una hoja cayó al suelo, así que se estiro para recogerla, pero un leve viento hizo que se alejara de su alcance, dispuesto a no dejarse vencer, volvió a hacer el intento de tomarla, pero nuevamente un viento soplo, y se alejó aún más. Maldiciendo en sus adentros, cerro su mochila y la coloco en su hombro junto con su chaqueta, y fue a seguir su hoja que en cada intento, volvía a alejarse, tan concentrado estaba que no se dio cuenta que ya había parado de llover desde que comenzó a seguirla.

Después de jugar con su hoja de papel a las atrapadas, por fin pudo alcanzarla, dándose cuenta de que era un permiso para la próxima excursión, dio un suspiro aliviado por no haberlo perdido, en verdad quería ir a ese viaje, así que la guardo de nueva cuenta en su mochila, tratando de dejarlo en un lugar seguro.

Miro a su alrededor tratando de ubicar en donde estaba, dándose cuenta de que había quedado muy lejos de su casa, definitivamente su día iba de mal en peor, al menos ahora ya no llovía. Estaba dispuesto a regresar sobre sus pasos cuando algo capto su atención, una chica de baja estatura salía de una pequeña cafetería y caminaba sin prisa, su cabello era negro y largo pero no podía ver su rostro ya que estaba oculto bajo un libro que tapaba toda visión, vestía el mismo uniforme que él, pero no la había visto antes, aunque no es que el fuera muy bueno recordando y no veía su rostro, pero estaba seguro que alguien de pequeña estatura y delicada complexión no pasaría desapercibida por él o el pervertido de su amigo. Sacudió su cabeza, no era importante de todos modos.

Devolviendo su felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora